Ucrania clama por más presión internacional tras un ataque ruso con 9 muertos en Kiev

Los ataques de Rusia contra áreas densamente pobladas de Ucrania continuaron este lunes, dejando diez muertos y 42 heridos. Un total de 352 drones y 16 misiles, incluidos 11 balísticos, atacaron la capital ucraniana y varias regiones más por la noche y la mañana, obligando a miles de locales a descender a refugios antiaéreos y estaciones de metro. La mayoría fueron repelidos, pero los restantes aún causaron graves daños. El ataque llegó en varias oleadas. Después de que los drones «Shahed» de diseño iraní fueran repelidos, un misil balístico, posiblemente de producción norcoreana, atravesó un bloque residencial de cinco pisos hasta su sótano, haciendo colapsar una gran sección del mismo.

Al menos nueve de sus residentes, incluida una niña de 11 años y su madre de 41, murieron, mientras que algunos quedaron atrapados bajo los escombros. Una vecina, Tetiana, dijo a la emisora pública Suspilne que su apartamento fue destruido y que sobrevivió milagrosamente.

«Ya habíamos regresado a casa después de que terminara la primera alarma aérea. Y luego, de repente, sonó otra advertencia y un cohete entró. Algunos lograron bajar a tiempo, otros no», relató. Otro vecino estaba durmiendo cuando el misil dañó su apartamento. «Este es mi segundo cumpleaños. Cuando desperté, había una losa de hormigón colgando sobre mí, parte de mi pierna estaba atrapada, así que tuve que liberarla», compartió. Los rescatistas de emergencia continuaron buscando sobrevivientes durante el día. «Nuestros perros encuentran a los que están vivos gracias a su respiración. Encuentran cuerpos gracias a oler sangre», dijo Victoria Denysenko, rescatista.

En Bila Tserkva, una ciudad en la región de Kiev, un hospital privado fue alcanzado dos veces por drones. Tras el primer ataque, los empleados del Servicio Estatal de Emergencias llegaron para ayudar a evacuar a los pacientes. «En ese momento, un segundo dron llegó, y como resultado, una persona murió», informaron las autoridades locales.

«Cada vida perdida y cada edificio arruinado es un testimonio de la crueldad e ilegalidad de la agresión de Rusia. Esto no debe olvidarse. Esto no debe ignorarse», escribió Andi Hunder, presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en Ucrania, en sus redes sociales.

Algunos locales han comenzado a llevar silbatos a la cama antes de dormir, por si necesitaran indicar su ubicación desde bajo los escombros. Más vecinos podrían haber muerto de no ser por las defensas aéreas modernas proporcionadas por los socios de Ucrania. Siete misiles balísticos y cinco de crucero fueron interceptados, mientras que tres más cayeron sin causar daños, según informó la Fuerza Aérea.

«Tras los ataques a las instalaciones del programa nuclear de Irán, hubo mucho ruido desde Moscú: el liderazgo ruso condenó demostrativamente los ataques con ‘misiles y bombas’. Hoy, Moscú guarda silencio después de que el ejército ruso asestara un golpe absolutamente cínico», reaccionó el presidente Volodímir Zelenski.

El líder ucraniano llamó una vez más a una presión decisiva contra Rusia. Llegó a Londres el lunes por la tarde, donde se reunió con el rey Carlos III y el primer ministro Keir Starmer para discutir la intensificación de la cooperación entre Ucrania y el Reino Unido, en particular una mayor inversión en la producción de defensa y las sanciones largamente esperadas contra Rusia.

«El liderazgo ruso no va a cambiar, no va a terminar la guerra por su propia voluntad. Por eso se necesita un aumento real y doloroso de la presión y las sanciones contra Rusia», subrayó después de que otro ataque con misiles rusos destruyera gran parte de un liceo en la ciudad de Belgorod-Dnistrovskí en la región sureña de Odesa.

Rusia ha estado acumulando su capacidad para atacar Ucrania con drones kamikaze de largo alcance, con un récord de 4.256 lanzados hasta ahora en junio contra ciudades como Kiev, Jarkov y Odesa. Ucrania intercepta el 82% de ellos, reveló el general Oleksandr Sirski. El país ha dependido de soldados equipados con vehículos y ametralladoras instaladas en ellos para interceptar los drones. Sin embargo, su eficiencia está disminuyendo ya que los drones ahora viajan más alto y se acercan a sus objetivos verticalmente. La búsqueda de soluciones continúa, con Ucrania aumentando el uso de drones interceptores.