Ucrania comenzará a recibir cazas F 16 a principios de 2024

Un nuevo tabú se ha roto. Tras meses de dudas y negativas, Países Bajos y Dinamarca se convertirán en los dos primeros países en transferir aviones cazas F-16 a Ucrania, una vez los pilotos hayan recibido la formación necesaria para manejar estas sofisticadas naves de guerra de fabricación estadounidense.

Se espera que los primeros aparatos surquen los cielos ucranianos a comienzos de 2024, ya que al menos serán necesarios seis meses de entrenamiento. Resulta evidente que, con estas estimaciones, la entrega no tendrá efectos a corto plazo en el transcurso de la contienda, pero puede ser decisiva más adelante, cuando se cumplan dos años desde el comienzo de la invasión del país por parte de las tropas de Vladimir Putin.

Su presidente, Volodímir Zelenski, se desplazó este pasado fin de semana a Países Bajos y Dinamarca para agradecer en persona el apoyo de estos dos países y se ha mostrado seguro de que Ucrania acabará saliendo vencedora. “Queridos amigos, hoy estamos seguros de que Rusia perderá esta guerra. Pero esto no es lo más importante. Lo principal es lo que demostramos con nuestra victoria, con nuestra cooperación, lo que demostráis apoyando a Ucrania. Juntos demostramos que la vida es un valor, que la gente importa, que la libertad importa, que Europa importa” ha asegurado Zelenski en una intervención ante el parlamento danés este lunes.

Se espera que Dinamarca pueda transferir a Ucrania 19 de estos aparatos: seis a principios de 2024, otros ocho durante el transcurso del año que viene y otros cinco en 2025. En el caso de Países Bajos, que posee 42 de estos aviones y se desconoce cuántos acabará entregando a Ucrania. En su canal de Telegram, Zelenski ha asegurado que el país acabará recibiendo en total 42 aviones. Los dos países europeos están sustituyendo sus F-16 por el modelo F-35 y la entrega a Ucrania dependerá también de cómo avance este proceso de modernización.

Los planes para entregar estas sofisticadas aeronaves se han acelerado en los últimos días después de que Estados Unidos diera luz verde la semana pasada a que estos aparatos de guerra de fabricación nacional pudieran ser enviados a Kyiv. EE UU, como suele ser habitual en estos casos, se reserva el derecho de vetar cualquier adquisición o entrega de material militar fabricado en su territorio a un tercero, aunque estas armas formen parte de los arsenales europeos.

Tanto EE UU como Alemania llevan meses negándose a que Ucrania reciba estas aeronaves ya que temen que su ejército pueda acabar utilizando estos aparatos para atacar a objetivos rusos, lo que daría al conflicto otra dimensión. La Casa Blanca ha acabado dando su brazo a torcer después de que Kyiv se haya comprometido a que los cazas tan sólo puedan utilizarse en la reconquista de los territorios ucranianos ocupados, sin que las operaciones puedan salir de las fronteras del país.

Rusia había advertido a los países occidentales hace meses de que la entrega de F-16 significaría una amenaza nuclear ya que estas aeronaves pueden transportar armas atómicas. Tras conocerse el anuncio de de Países Bajos y Dinamarca, el embajador ruso en este último país ha asegurado que esto “deja a Ucrania sin otra opción que continuar la confrontación militar con Rusia”.

Copenhague y La Haya también forman parte de una coalición internacional para formar a pilotos ucranianos. Se sabe que la primera fase de los entrenamientos tendrá lugar a finales de este mes de agosto en Dinamarca y que otra parte del adiestramiento transcurrirá en Rumanía, si bien se desconocen los detalles de cuántos pilotos serán adiestrados. Dentro de este proceso, es necesario no sólo el manejo de los aparatos sino también que las tripulaciones tengan el nivel suficiente de inglés para entender los manuales de aviación, una tarea que puede requerir hasta cuatro meses.

Aunque Ucrania ahora está en desventaja respecto a Rusia ya que tan sólo posee anquilosadas naves soviéticas, la cantidad de misiles de los dos bandos ha hecho que ninguno de los contrincantes haya superado al otro en el dominio de los cielos.