
Europa
Ucrania presiona a Orban para que deje de bloquear su integración en la UE
Drones ucranianos han atacado en tres ocasiones el oleoducto que transporta petróleo ruso hacia Hungría

Ucrania intensifica la presión sobre Hungría para que cese de obstruir su proceso de integración europea en un momento crítico, mientras Kiev y Budapest intercambian amenazas veladas tras ataques con drones contra un oleoducto que transporta petróleo ruso hacia Hungría a través del país invadido.
"El presidente Zelenski ha amenazado abiertamente a Hungría. Admitió que están atacando el oleoducto Druzhba porque no apoyamos su adhesión a la UE", escribió en redes sociales el primer ministro húngaro, Viktor Orban, después de que el conflicto diplomático entre ambos países vecinos se intensificara en las últimas semanas.
En tres ocasiones, drones ucranianos dañaron estaciones en territorio ruso que garantizan el flujo de petróleo a través del oleoducto que atraviesa Ucrania rumbo a Hungría y Eslovaquia, ambos grandes importadores. Ucrania se abstiene de reconocer a los ataques al más alto nivel político, pero insinúa su disposición a continuar con estas acciones si Budapest persiste en su postura “prorrusa”.
"Siempre hemos apoyado la 'amistad' entre Ucrania y Hungría, y ahora la existencia de esa 'amistad' depende de Hungría", bromeó Zelenski el domingo, jugando con el significado del nombre del oleoducto “Druzhba” ("amistad" en ucraniano).
Durante los más de tres años y medio de invasión, el gobierno de Orban, considerado un socio clave de Vladimir Putin en Europa, ha bloqueado el apoyo financiero y militar al país invadido.
El bloqueo a la integración europea de Ucrania es una piedra angular de su política. Culpa a Kiev de los problemas de Hungría y ha centrado su campaña electoral para las elecciones del próximo año en esta cuestión, según escribe el periodista ucraniano Sergi Sviridenko en el medio Evropeiska Pravda.
El motivo oficial es su deseo de que la guerra termine con el menor impacto directo para Hungría, lo que, en la interpretación de Budapest, implica que Ucrania acepte los ultimátums rusos a cambio de un alto el fuego incierto. Contrario a las aspiraciones de Ucrania, Budapest ve a este país como un "estado tapón" entre Occidente y Rusia.
Sin embargo, Budapest depende en gran medida de los suministros de petróleo ruso que fluyen a través del oleoducto Druzhba, que han continuado a pesar del combate. A diferencia de otros países europeos, Hungría se ha negado a diversificar sus importaciones, vinculando su seguridad energética a Rusia.
Según expertos ucranianos, el suministro previsible de petróleo ruso, que representa más de la mitad de las importaciones de petróleo por Hungría, es clave para el poder de Orban. Hasta ahora, el gobierno ucraniano ha ignorado los llamados a detener el tránsito, aparentemente reacio a romper completamente las relaciones con Budapest.
Los ataques con drones, lanzados por fuerzas bajo el mando de un húngaro étnico en el ejército ucraniano, Robert “Magyar” Brovdi, contra partes del oleoducto en territorio ruso, señalan un cambio. Aparentemente, Kiev busca presionar a Budapest para que cambie su postura antes de que se tomen decisiones clave en Bruselas sobre el futuro de la integración europea de Ucrania.
Actualmente, Ucrania y Moldavia avanzan juntas en las negociaciones para su futura membresía en la UE. Con todo el trabajo preparatorio concluido, ambos países están listos para iniciar negociaciones formales en el primer "clúster" de temas. Para que esto ocurra, todos los países de la UE deben dar su aprobación.
El veto de Hungría ha llevado a algunas capitales europeas a considerar separar los caminos de Moldavia y Ucrania hacia la membresía, una idea que ha encontrado fuerte oposición en Kiev. Más que una solución temporal, esto podría marginar a Ucrania y obstaculizar su proceso de integración a largo plazo, advierte Sviridenko.
"Si se produce esta separación ahora, ayudará a Rusia a sembrar desesperanza y pérdida de fe en el futuro entre los ucranianos", escribe, destacando el papel crucial de la futura membresía en la UE para los ucranianos, que anhelan ver la luz al final del túnel y temen quedar atrapados en un limbo geopolítico a pesar de todos los sacrificios realizados.
Queda por verse si los ataques al oleoducto cambiarán la postura de Orban, quien hasta ahora ha optado por una respuesta confrontacional.
"Las palabras de Zelenski tendrán consecuencias a largo plazo", amenazó Orban en respuesta al comentario sobre "amistad" de Zelenski. Su ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, quien ha viajado a Moscú en varias ocasiones durante la guerra, ya señaló que Hungría podría cortar el suministro de electricidad a Ucrania a través de su territorio.
Orban también quiere aprovechar sus cálidas relaciones con Donald Trump, quien recientemente citó la afirmación del líder húngaro de que Rusia no puede ser derrotada en el campo de batalla. Orban envió una carta de queja a Trump la semana pasada, calificando un ataque ucraniano como un gesto hostil, y supuestamente recibió una respuesta en la que el presidente estadounidense expresó estar "muy enfadado" por el incidente.
Kiev, por su parte, espera que Washington pueda presionar a Orban para que deje de bloquear su integración europea. Si habrá algún cambio se verá en tres semanas, cuando el Consejo de la UE se reúna para tomar una decisión formal sobre el futuro de las negociaciones para Ucrania y Moldavia.
✕
Accede a tu cuenta para comentar