Rusia

Un asesor de Putin: «El avance del feminismo es un signo de decadencia de Occidente»

«En Occidente...las mujeres toman el poder...en los países más influyentes están llegando a jefes de Estado, ministras o alcaldesas, y cada vez hay más mujeres que mandan», constata

El presidente ruso, Vladimir Putin, en el Kremlin en Moscú el pasado 12 de febrero
El presidente ruso, Vladimir Putin, en el Kremlin en Moscú el pasado 12 de febrerolarazon

El avance del matriarcado que se observa en Occidente es un síntoma de la «decadencia» del sistema, advierte Vladislav Surkov, el más influyente asesor del presidente ruso, y da gracias a Dios de que en Rusia el feminismo sea casi inexistente.

El avance del matriarcado que se observa en Occidente es un síntoma de la «decadencia» del sistema, advierte Vladislav Surkov, el más influyente asesor del presidente ruso, y da gracias a Dios de que en Rusia el feminismo sea casi inexistente.

«En Occidente, la democracia matriarcal está sustituyendo a la liberal. El feminismo está saliendo de las sectas radicales y llegando a las grandes masas», afirma Surkov, de 53 años en un artículo publicado hoy en la revista literaria «Ruski Pioner» con motivo de la fiesta de San Valentín.

En el caso de Rusia, destaca que por suerte la sociedad apenas está afectada por el feminismo.

«No se observa un agravamiento especial de las relaciones entre sexos. De nuevo, o bien aún estamos atrás o, por el contrario, llevamos la delantera a todos», escribe.

En Rusia los roles de género están muy marcados y según un reciente sondeo del centro Levada, el 78 % de hombres y mujeres creen que el hábitat natural de la mujer es la casa.

Según otra encuesta, solo el 38 % apoya el igualitarismo en la vida doméstica ya que tareas como cocinar, limpiar o el cuidado de los hijos se etiquetan como femeninas, mientras solo la guerra se adjudica al hombre.

El considerado principal estratega del presidente Vladímir Putin plantea la cuestión de si es previsible un levantamiento de las mujeres y cómo hacerle frente.

«En Occidente...las mujeres toman el poder...en los países más influyentes están llegando a jefes de Estado, ministras o alcaldesas, y cada vez hay más mujeres que mandan», constata.

Cree que en el cine de Hollywood se menosprecia a los hombres, que «son presentados como salvajes y limitados y su energía estúpida es dirigida sabiamente por mujeres seguras de si mismas, mujeres maduras que dirigen departamentos de policía o fuerzas especiales».

En su opinión, «la campaña lanzada en Occidente contra el acoso sexual es solo el principio. La siguiente etapa será la exigencia de las mujeres de que se cambien los papeles» para atacar primero en el sexo, algo que, en este caso, le parece «mejor que nada».

El asesor de Putin asegura que, «el fortalecimiento de la influencia de las mujeres no es la causa, sino la manifestación de la decadencia» en Occidente.

Allí «el populismo de las damas se ha convertido, quizás, en la doctrina más efectiva para aquellos que aspiran a las cimas políticas. Ya son evidentes todos los signos del próximo «declive» de Europa, (o mejor Euramérica)», afirma Surkov.

Y entretanto algunos hombres «se apresuran a servir a sus amas» y se declaran feministas, «otros refunfuñan y esperan» y «solo algunos pocos elegidos saben que la decadencia siempre precede al ascenso».

La hostilidad que provoca en la sociedad rusa el feminismo queda con frecuencia de manifiesto en artículos y declaraciones, incluso de mujeres que han reaccionado negativamente a las denuncias contra el productor estadounidense Harvey Weinstein.

«Si eres una mujer de verdad y te ocurre una cosa de esas, no se lo dirás a nadie. Porque esto te desacredita a los ojos del público», dijo al respecto la actriz rusa Liubov Tolkalina.

Recientemente, las declaraciones feministas de una niña de 12 años que acompañaba a su padre, un divorciado en busca de esposa, al popular programa de televisión «Casémonos», provocaron una cascada de insultos.

«Si tuviera una hija así la habría estrangulado hace tiempo», escribió un youtuber al programa, mientras una de las presentadoras afirmaba que la hija era «diez veces peor que una suegra».

Según este político que ha ido escalando en la cúpula del Kremlin desde 1999, sólo las mujeres quieren tomar el poder «sin entender qué ha ido mal».

«Y aquí los hombres les han cedido generosamente ‘brexites’, crisis migratorias, ascensores sociales parados, economías inflacionarias, burbujas del mercado, ingresos medios congelados...», en suma, «las mujeres han llegado a las alturas de una construcción política que se cae a pedazos».

Un sondeo de septiembre de 2017 señaló que solo un 34 % de los rusos y rusas apoyarían que una mujer ocupe la Presidencia del país.

Sin embargo, el consejero de Putin ve signos de esperanza, ya que «detrás de la fachada del matriarcado, los hombres están reagrupando sus fuerzas».

Este estratega del Kremlin a quien los expertos sitúan detrás de las intervenciones de Rusia en Ucrania y Siria, recomienda, para el caso de una rebelión de las mujeres, las «tácticas fabianas» de las guerras púnicas: evitar librar batallas decisivas, no aceptar la lucha impuesta y vencer al oponente mediante una guerra de desgaste. EFE