Terrorismo yihadista

Un atentado yihadista en un hotel de Somalia deja al menos 26 muertos

Entre las víctimas, varios extranjeros

Aspecto del hotel en la ciudad somalí de Kismayo atacado por Al Shabab
Aspecto del hotel en la ciudad somalí de Kismayo atacado por Al Shabablarazon

Un atentado en un hotel de la ciudad somalí de Kismayo dejó al menos 26 fallecidos y 56 heridos, según datos de la policía horas después del incidente. Entre los muertos hay personas de Estados Unidos, Reino Unido y de varios países africanos. El grupo terrorista Al Shabab reivindicó el ataque, según SITE Intelligence Group, compañía estadounidense especializada en el seguimiento de formaciones violentas y extremistas.

El detonante fue la explosión de un coche bomba en las instalaciones del hotel en la noche del viernes, momento en el que se estaba produciendo un encuentro político en el interior. Acto seguido, tres miembros de Al Shabab irrumpieron armados en el lugar. La policía de Jubalandia, región de Somalia en la que se encuentra Kismayo, consiguió abatir a dos de ellos. El tercero fue capturado por los agentes en una operación que duró más de once horas.

Entre las víctimas mortales se encuentran dos periodistas, una de ellas de nacionalidad canadiense-somalí, Hodan Nalayeh, que se había convertido en la primera mujer somalí propietaria de un medio de comunicación. Abdifatah Mohamed, miembro de la Organización Internacional para la Migración, perteneciente a la ONU, también perdió la vida, según fuentes de esta misma institución.

En el interior del edificio se estaba celebrando una reunión entre congresistas y ancianos de la zona. La figura de las personas de mayor edad ha adquirido gran importancia en el sistema político somalí. Desde la última reforma constitucional son electores de la cámara baja del Estado, en una suerte de sistema indirecto.

Somalia no ha gozado de estabilidad desde que en 1991 cayera el dictador Mohamed Siad Barre. La anarquía y la guerra se convirtieron en una constante en el país. Su territorio fue ocupado en 2006 por la Unión de Tribunales Islámicos (UTI), agrupación extremista e insurgente que pretendía la aplicación de la «sharía» (ley islámica) en todo el Estado. Este hecho provocó la intervención de la ONU, lo que desembocó en la posterior liberación del país. El grupo terrorista que atentó ayer en Kismayo, Al Shabab, luchaba dentro de sus filas.

Esta organización criminal está vinculada a Al Qaeda. Actualmente cuenta con alrededor de 5.000 efectivos a lo largo del cuerno africano. En 2012, Al Shabab fue expulsada de Kismayo. Sin embargo, los extremistas se asentaron en núcleos de población más pequeños alrededor de la ciudad. Entre los objetivos del grupo terrorista siempre ha estado atacar de nuevo la capital de Jubalandia.

El atentado del viernes es un paso más dentro de la estrategia de terror del grupo yihadista, que solo en 2017 asesinó a 4.557 personas, según el Centro Africano de Estudios Estratégicos, convirtiéndose en uno de los más violentos en África. La situación es aún más alarmante si se tiene en cuenta la presencia de otras agrupaciones terroristas dentro de territorio somalí, como el Estado Islámico.