Trípoli

Un general retirado reivindica los bombardeos en Trípoli

El general libio sublevado Jalifa Hafter, ha reivindicado los dos ataques aéreos lanzados hoy contra posiciones de una milicia islamista en el aeropuerto internacional de Trípoli.

En sus declaraciones en la televisión nacional Al Nabaa, un militar de las fuerzas leales a Hafter confirmó que son sus fuerzas que lanzaron la incursión aérea en Trípoli, contra las milicias de la ciudad de Misrata.

En su comunicado, el Estado Mayor de las fuerzas aéreas libias indicó que los bombardeos lanzados contra las milicias rivales en el aeropuerto internacional de Trípoli, son ataques de aviones extranjeros y que no son locales.

El Estado Mayor confirmó que Libia no dispone de tal tipo de aviones tampoco tienen medios de usar bombas como las usadas en estos ataques.

Los milicianos de la ciudad de Zintán, situada al suroeste de Trípoli, son los nacionalistas que tendrían el favor del general Hafter, y que están en contra de los islamistas de Misrata, situada al este de la capital.

Desde el pasado 13 de julio, que dichas fuerzas armadas se enfrentan por el control del aeródromo de la capital, unos choques que causaron la muerte de cerca de 200 personas.

Hafter protagoniza desde el pasado mayo, una campaña militar, bautizada como Al Karama (dignidad), en la segunda grande ciudad libia, Bengazi, para eliminar a los grupos terroristas en el país.

Tras los bombardeos, varias fuerzas extranjeras han sido acusadas de ser el autor de estos ataques, lo que desembocó a las Naciones Unidas a reaccionar justo después del incidente.

La ONU confirmó que no había sido ninguna intervención militar en Libia, ni de su parte ni de otra fuerza extranjera, sino que "condena todas las formas de escalada de violencia en el país".

Francia negó también los rumores sobre su eventual implicación en bombardeos en Libia, donde, subrayó, su prioridad es conseguir un acuerdo político para que cesen los combates en el país.

Libia que atraviesa una grave crisis debida a los enfrentamientos estallidos entre milicias rivales desde mediados de julio, empujaron al nuevo Parlamento elegido el 25 de junio a pedir el pasado miércoles, una intervención de la ONU para proteger a los civiles y las instituciones del Estado.

Numerosos países repatriaron a sus ciudadanos, así como al personal diplomático acreditado en Libia, por temor de un empeoramiento de la situación de seguridad.

Desde la caída del antiguo régimen de Muamar al Gadafi, en el año de 2011, que las autoridades transitorias mostraron su fracaso a restablecer el orden y la seguridad en el país, donde milicias de antiguos rebeldes hacen la ley en las grandes provincias libias.