ONU

Un hábil negociador de consensos

La Razón
La RazónLa Razón

A sus 67 años, Antonio Guterres goza del prestigio dentro y fuera de Portugal tras una trayectoria en la que no se ha cansado de buscar el consenso. Así lo demostró al presidir en 1995 el primer Gobierno en minoría con la complicidad del líder de la oposición, su fiel amigo Marcelo Rebelo de Sousa. Ya como primer ministro, Portugal se le quedaba pequeño y dedicó grandes esfuerzos a la política internacional. Sus buenas maneras y sus dotes diplomáticas le abrieron las puertas de la Comisión Europea a finales de los noventa, pero Guterres prefirió dejar pasar ese tren. Sólo dimitió de todos sus cargos tras la sonora derrota de los socialistas en las municipales de 2002. Tras superar la muerte de su primera esposa, dio el salto definitivo a la escena internacional con su nombramiento en 2005 como Alto Comisario para los Refugiados de la ONU. Durante su década al frente de Acnur, no cejó en criticar la indiferencia mundial ante crisis como Darfur o Siria. Conflictos que se preocupó de conocer sobre el terreno con sus visitas a los campos de refugiados. Este activismo humanitario le enemistó con Ban Ki Moon. Ahora, en cambio, Guterres tiene la oportunidad de recurrir a su agenda de contactos para impulsar el protagonismo de la organización internacional.