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Un hospital graba de forma ilegal a 1.800 mujeres durante sus partos

El centro instaló tres cámaras ocultas en el paritorio para esclarecer una serie de robos de medicamentos

Imagen de la fachada del Hospital Sharp Grossmont Hospital en La Mesa, California
Imagen de la fachada del Hospital Sharp Grossmont Hospital en La Mesa, Californialarazon

Un hospital de California grabó de forma ilegal a unas 1.800 mujeres durante el parto. El Hospital Sharp Grossmont trataba de localizar al responsable de la desaparición de una serie de medicamentos y colocó tres cámaras en el paritorio.

Un hospital de California grabó de forma ilegal a unas 1.800 mujeres durante el parto. El Centro de Mujeres del Hospital Sharp Grossmont en La Mesa, trataba de localizar al responsable de la desaparición de una serie de medicamentos y decidió colocar una cámara oculta en las tres salas de parto. Las cámaras estuvieron operativas durante más de 11 meses, entre el verano de 2012 y 2013. Ahora, 81 de esas mujeres perjudicadas han decidido llevar el caso a los tribunales.

Allison Goddard, abogada que representa a las demandantes ya tiene en su poder cinco vídeos y ha solicitado unos 100 más. En las imágenes se puede ver a las mujeres parcialmente cubiertas en la mesa de operaciones, cesáreas y también a los recién nacidos. También se puede ver cómo las demandantes se desvisten y se sometieron a exámenes médicos. "Es la violación más fundamental de la privacidad. He visto, por ejemplo, el vídeo de una cesárea que muestra a la paciente ingresando a la sala de operaciones y cómo la preparan para la cirugía", dijo Goddard.

“Es horrible pensar que, especialmente en la época actual, si uno de esos vídeos cayera en las manos equivocadas, no se podría controlar. Deja fuera de tu control tu propia asistencia médica”, añadió.

Según refleja la denuncia, las grabaciones fueron almacenadas en ordenadores del centro y se podía acceder a ellos, en algún caso, sin necesidad de introducir contraseña alguna. Asimismo, indica que muchas, al menos la mitad, de las grabaciones han sido destruidas por el centro pero no se ha podido establecer cómo se hizo ni si se tomaron las medidas necesarias para que no pudieran ser recuperados. La demanda se centra en el sufrimiento, angustia, humillación impotencia e incluso depresión que sufrieron las mujeres al conocer los hechos, el pasado mes de diciembre, para lo que reclaman una compensación económica.

Un documento interno del hospital indica que en el mes de mayo de 2012 se detectó la desaparición de medicamentos de los carritos de los médicos de las salas de operaciones, por lo que se decidió instalar cámaras con detector de movimiento para que se activaran en el momento en el que alguien entrara en la habitación. Además, parece que lograron su objetivo porque las cámaras detectaron a un médico del centro que se apropiaba de medicamentos, entre ellos de un fuerte anestésico y los guardaba en los bolsillos de la camisa.