Niza

Un paraíso turístico (yihadista)

El crisol cultural de Niza ha convertido a esta ciudad de la Costa Azul en un vivero de extremistas. Aquí se hizo fuerte Omar Diaby, el mayor reclutador del EI en Francia

Las playas de Niza, normalmente concurridas en estas fehas, mostaron ayer un aspecto insólito sin ningún turista en la zona
Las playas de Niza, normalmente concurridas en estas fehas, mostaron ayer un aspecto insólito sin ningún turista en la zonalarazon

El crisol cultural de Niza ha convertido a esta ciudad de la Costa Azul en un vivero de extremistas. Aquí se hizo fuerte Omar Diaby, el mayor reclutador del EI en Francia

Las fotografías en blanco y negro que otrora evidenciaban la «Belle Époque» de la exquisita vida nizarda quedan ahora empañadas por el tinte rojo de los delirios yihadistas. Esta ciudad del sureste francés, de paisajes idílicos y playas de postín, se ha convertido en los últimos años en uno de los principales bastiones del extremismo islamista. De Niza han salido en los últimos años más de un centenar de ciudadanos rumbo a Siria para unirse al Estado Islámico, formando así, junto a Lyon y Toulouse, la principal cuna de los radicales. De hecho, sólo en 2013, 80 jóvenes se unieron al Frente al Nusra. Según anunció el primer ministro francés, Manuel Valls, en 2015, de los 1.400 franceses que mantenían vínculos con sectores yihadistas, un 10% permanecía a la región de PACA (Provenza-Costa Azul-Los Alpes), a la que pertenece Niza, principal departamento afectado por la radicalización. A finales del año pasado, el Consejo General contra la Radicalización de este territorio afirmó haber seguido a 236 personas durante 2015, con cinco nuevos casos por semana. Además, según publicó ayer «Le Figaro», esta región reúne casi el 6,5% de los casos reportados por la deriva yihadista en todo el territorio francés, con 515 potenciales radicalizados. Según este diario, 55 ciudadanos, entre ellos 18 menores de edad, habrían desaparecido en 2014 para unirse a la yihad en Siria e Irak.

Además, una de las principales figuras del yihadismo francés, Omar Diaby, originario de Niza, es el reclutador más importante buscado por las Fuerzas de Seguridad galas. Autoproclamado «imán de Niza», este francosenegalés de 40 años luchó en 2013 junto al Frente al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria) y tras la fundación del califato del Estado Islámico se habría sumado a sus filas. Es más, la Inteligencia gala aseguró que Diaby lideraba la Katiba de una treintena de franceses en Latakia, uno de los enclaves estratégicos del régimen de Asad y de su aliada Rusia. Fue dado por muerto a causa de bombardeos de la coalición internacional en Siria en agosto de 2015, pero reapareció después con una serie de vídeos amenazantes en internet y una entrevista a un medio yihadista.

Aunque el del jueves supone el ataque más grave sufrido en Niza, no ha sido el único incidente que ha vivido esta localidad de la Costa Azul. El 3 de febrero del año pasado, el joven Moussa Coulibaly acuchilló a tres militares que custodiaban un centro judío de Niza. Además, según filtró la prensa francesa, en febrero de 2014 se abortó un atentado durante los carnavales de la ciudad, los terceros más populares y concurridos del mundo después de los de Río de Janeiro y Venecia. Según la Dirección General de Seguridad Interior, el francoargelino Ibrahim Boudina, de 23 años, planeaba atentar a modo de los hermanos Tsarnaiev de Boston.

La tierra de los «pieds noirs», los franceses que regresaron al país tras la independencia de Argelia, supone un crisol cultural donde el 16% de los casi 348.000 habitantes de Niza son inmigrantes. Una situación que ha fomentado el auge de la ultraderecha y ha convertido a esta ciudad en nicho de fotos del Frente Nacional. De hecho, Marion Marechal Le Pen, la sobrina de Marine Le Pen, consiguió aquí el 40% de los votos en la primera vuelta de las elecciones regionales de Francia del pasado de diciembre.