Política

Siria

Un periodista escapa de las torturas de los rebeldes sirios

Matthew Schrier se convirtió al islam tras ser apaleado y electrocutado. Estuvo siete meses en un sótano de Alepo

El fotógrafo Matthew Schrier, días después de escapar de sus captores en la ciudad de Alepo
El fotógrafo Matthew Schrier, días después de escapar de sus captores en la ciudad de Alepolarazon

Como si del argumento de «Homeland», la última serie americana de moda se tratase, el fotógrafo «freelance» Matthew Schrier contó ayer en una entrevista a «The New York Times» sus vivencias durante los siete meses que permaneció secuestrado en Siria.

Como si del argumento de «Homeland», la última serie americana de moda se tratase, el fotógrafo «freelance» Matthew Schrier contó ayer en una entrevista a «The New York Times» sus vivencias durante los siete meses que permaneció secuestrado en Siria.

Todo comenzó cuando regresaba a Turquía de un viaje que hizo al país vecino para fotografiar a las familias de refugiados sirios. Tres hombres armados detuvieron el taxi en el que viajaba y le obligaron a bajar. «Parecían muy despreocupados. Ni siquiera me apuntaron con las armas y fueron bastante amables», relata Schrier. Los secuestradores lo llevaron a Alepo y lo encerraron en un sótano, pero le trataron como si fuera un huésped, ofreciéndole el té caliente de rigor en el mundo árabe.

Sin embargo, todo cambió al día siguiente. Los secuestradores le pidieron el móvil para leer sus correos electrónicos, examinar las fotografías y analizar sus llamadas. Fue entonces cuando le revelaron que sospechaban que fuera un agente de la CIA. A partir de ahí el fotógrafo fue encerrado en una celda a oscuras y comenzaron las torturas. «¿Has oído hablar de Guantánamo?», le preguntó amenazante uno de los terroristas.

Schrier fue obligado a vestir con un uniforme naranja, similar al de la prisión cubana, y fue apaleado, electrocutado... incluso recibió latigazos en los pies para que no pudiera caminar. Cuando preguntó a sus captores por qué seguían torturándole, la única respuesta fue: «Aquí eres culpable hasta que se demuestre lo contrario». Desesperado, el fotógrafo decidió convertirse al islam y sus captores cambiaron de actitud y le facilitaron un Corán en inglés.

El pasado 29 de julio, Schrier logró escapar por una ventana rota del sótano y empezó a correr sin rumbo por las calles de Alepo. Otro grupo de rebeldes encontró al fotógrafo, que llevaba una barba de meses y seguía ensangrentado por las torturas, pero esta vez decidieron socorrerle y le entregaron a las autoridades turcas en la frontera.

Secuestrados 15 occidentales

En lo que va de año ya han sido secuestrados más de 15 ciudadanos occidentales en Siria, en su mayoría periodistas. Se cree que uno de ellos ha sido capturado por los servicios de inteligencia de Asad y los demás por los rebeldes. Datos como éstos refuerzan el miedo de los Gobiernos extranjeros a apoyar a los opositores, que son en su mayoría islamistas y yihadistas con vínculos con Al Qaeda que usan tácticas similares o peores a las del régimen del dictador.