Un precedente pésimo

Me llama mucho la atención que Abas pida 4.000 millones de dólares para reconstruir Gaza, como si fuera un deber para la comunidad internacional reconstruir Gaza. Primero habría que ocuparse de África, e intentar que su miseria no sea tan ofensiva para Occidente y tan dolorosa para ellos; después habría que ocuparse de los desfavorecidos inocentes de todo el mundo, y los hay, y muchos, y después habría que buscar el remedio para el ébola, y para el sida y para el cáncer... etc., etc.

Pero preocuparse por la reconstrucción de una región, Gaza, que ha declarado la guerra a su vecino, mandando misiles por doquier secuestrando y matando a jóvenes, sin contar la matanza de su propio pueblo al utilizarlos como escudos humanos sometiéndolos al abuso, a la amenaza y a la prohibición, pues francamente, no lo entiendo. Si no querían ver su ciudad destruida, que no hubieran iniciado la guerra. Y si lo han hecho, ahora que la reconstruyan con el dinero que robaron para hacer los túneles del terror, y si ya no lo tienen, aunque aún les queda para reconstruir misiles, pues que lo desvíen a la reconstrucción... Pero que yo, ciudadana internacional, tenga que poner un mísero céntimo en esta reconstrucción, habiendo las necesidades que hay en otros mundos no agresivos, ni de broma. Cada palo que aguante su vela, ¿verdad? Pues bien, ahora que arrimen el hombro, y, en vez de dedicarse a buscar maneras de asesinar al vecino, que trabajen, que reconstruyan su ciudad, sus pueblos, y todo lo que se haya roto, con sus manos, con el sudor de su frente, y así a lo mejor, la próxima vez, se lo piensan dos veces antes de atacar a Israel.

Si se lo dan todo digerido, y además regalado, no sólo es muy mal ejemplo, sino que sienta un precedente pésimo: vámonos a matar israelíes, que después ellos se defienden, nos destruyen las ciudades, y al mundo se le aflojan los tirantes y nos manda un montón de dinero que luego podemos robar para construir más túneles, o mandarlo a paraísos fiscales o a París para que nuestras mujeres se vistan en grandes modistos...etc.

En fin, el mundo está loco, ciego, alelado, sin resortes y sin capacidad de reacción. Yo, a cualquier dignatario en las mismas condiciones que Abas, le hubiera dicho que cuando ellos hayan reconstruido por lo menos las tres cuartas partes de sus destrozos, empezaría a pensar en estudiar un método de préstamo con intereses a corto plazo. De regalo, ni un céntimo. Se premia al mérito, no al malvado por sus acciones. La vida hay que ganársela y mendigar es la última solución, pero que Occidente se someta es indigno.

*Miembro de la Comunidad Judía de Madrid