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Un submarino atómico ruso de cuarta generación entra en servicio en el Pacífico

Subarino ruso nuclear "Akula"
Subarino ruso nuclear "Akula"larazon

El submarino atómico ruso de cuarta generación "Alexandr Nevski"entró hoy en servicio en la Flota del Pacífico, estacionada desde tiempos soviéticos en la península de Kamchatka.

El "Alexandr Nevski", equipado con misiles intercontinentales Bulavá, llegó hoy a Kamchatka procedente del puerto de Severodvinsk, en el mar Blanco, según informaron medios locales.

El presidente ruso, Vladímir Putin, aprovechó la ocasión para felicitar hoy a dicho submarino por ser el primero que recorre la ruta ártica bajo el hielo, hasta un total de 4.500 millas marinas.

El submarino, el segundo de cuarta generación en ser botado tras el "Yuri Dolgoruki", que se integró en la Flota del Norte, fue recibido en Kamchatka por el jefe de la Armada, Víctor Chirkov.

A partir de ahora, el "Alexandr Nevski"servirá en la 25ª División Submarina situada en Viliuchinsk, que albergaba en tiempos soviéticos una base secreta de submarinos atómicos.

Equipado con hasta 16 misiles balísticos, su misión consistirá en patrullar las aguas del Pacífico, en particular las islas Kuriles, cuya soberanía es reclamada a Rusia por Japón.

Todos los submarinos de cuarta generación del proyecto 955, código Borey, portarán misiles intercontinentales Bulavá, el orgullo del arsenal nuclear ruso, ya que llevan hasta diez ojivas de guiado autónomo, tienen 8.000 kilómetros de alcance y, según Moscú, pueden burlar cualquier escudo antimisiles, incluido el estadounidense.

El misil R30 3M30 Bulavá-30 (SS-NX-30, según la clasificación de la OTAN, y RSM-56 en los tratados internacionales) es una versión naval del misil balístico intercontinental con emplazamiento en tierra, Tópol.

Rusia confía en que los Tópol y los Bulavá le permitan mantener la paridad nuclear con EEUU por lo menos durante el próximo medio siglo.

Los submarinos atómicos, la aviación estratégica y los misiles intercontinentales conforman la tríada nuclear rusa en el ambicioso programa nacional de rearme, que Putin adelantó que se mantendrá intacto pese a la actual recesión económica.

La doctrina militar rusa aprobada a finales del pasado año señala a EEUU y a la OTAN como mayores amenazas para el país, pero no contempla la posibilidad de un ataque nuclear preventivo.

El documento alude por vez primera a la defensa de los intereses nacionales en el Ártico, región que acoge ingentes recursos naturales y en la que Rusia se propone instalar varias bases militares, en particular en el archipiélago de Nueva Zembla.

EFE