Una bombera fallece y nueve resultan heridos en un fuego en Portugal

Una joven bombera falleció y otros nueve colegas resultaron heridos en un incendio forestal declarado en Tondela, en el centro-norte de Portugal, donde las autoridades combaten otros doce grandes incendios, uno fronterizo con Zamora.

En una de las jornadas más graves del verano forestal, la Autoridad Nacional de la Protección Civil (ANPC) lusa informó hoy de que el distrito de Viseu (centro-norte), con cinco, y el de Vila Real (norte), con otros cinco, fueron los más golpeados por los fuegos.

El incendio cercano a la provincia española de Zamora, que atrajo a un helicóptero y cerca de 60 bomberos, se produjo en la localidad de Miranda do Douro, que registró otro a comienzos de este mes, cuando un bombero portugués falleció y otros dos resultados gravemente heridos.

Las altas temperaturas, el viento, el descuido de algunas zonas agrícolas y los pirómanos son las causas atribuidas a la oleada de fuegos que sufre Portugal este mes de agosto, el más virulento del año, aunque menos dañinos que los de los años 2003, 2005 o 2010.

Declarado en una zona de difícil acceso de la sierra de Caramulo, el fuego de Tondela (distrito de Viseu) se cobró la vida una bombera de 22 años, el tercero que muere durante el periodo estival, y nueve heridos, dos con quemaduras de segundo y tercer grado y el resto fueron asistidos por inhalación de humo.

Estos profesionales han padecido especialmente las consecuencias del combate a las llamas y desde el comienzo del verano ya se contabilizan, aparte de los tres fallecimientos, 24 bomberos heridos.

Esta semana, los incendios se cobraron otra víctima ajena al cuerpo de bomberos: un operario de la empresa Energías de Portugal (EDP), que recibió una descarga eléctrica precisamente cuando intentaba reparar una línea afectada por las llamas.

Preocupados con un posible descontrol de los incendios, altos de mandos de bomberos han pedido hoy más medios para combatir determinados fuegos, que han pasado muy cerca de viviendas, mientras que el Gobierno luso ha anunciado refuerzos en el dispositivo de combate a las llamas.

En las últimas semanas, Portugal suma centenas de incendios forestales.

Entre los más graves, estuvieron el de la capital del archipiélago de Madeira, Funchal, que forzó al desalojo de un hospital y de una veintena de vecinos, y el de Góis (Coimbra, en el centro), que arrasó más de un millar de hectáreas y fue controlado con la ayuda de dos aviones de España.