¿Una solución diplomática?

l ¿La conferencia de Ginebra II terminará en algo positivo?

–La participación de la oposición en las negociaciones de paz sigue en el aire. El Consejo Nacional de la Revolución Siria votará mañana su participación o no. Si bien es cierto que algunos miembros de la Coalición creen que la reputación de la oposición en el panorama internacional quedará irreparablemente dañada si no asisten, también hay importantes bloques que han amenazado con dejarles si sale que sí. Esta discordancia es un reflejo directo del público sirio, que se siente abandonado por la comunidad internacional y sigue profundamente escéptico de cara a que salga algo positivo de las negociaciones.

l ¿Se creará un órgano para la transición siria?

–Será absolutamente difícil convencer al Gobierno sirio de aceptar la creación de un «órgano gubernamental de transición» que establezca lo estipulado en Ginebra. Pero, y ésta es mi opinión, el Gobierno sirio está en una postura mucho más débil de lo que le gustaría que creyera la comunidad internacional. Aun con el enorme apoyo de Rusia e Irán, el Ejército sirio sigue incapaz de ganarle el territorio perdido a los rebeldes. Si se convence a los actores internacionales, que dejen de financiar a sus respectivos bandos, las posibilidades de una solución inmediata negociada al conflicto aumentarán considerablemente.

l ¿Irán tendrá un importante papel durante las negociaciones?

–A pesar de que la ONU no ha enviado formalmente una invitación a Teherán para participar en Ginebra II, la mayoría de las partes involucradas no niegan la importancia de darle a Irán un asiento en la mesa. Teherán ha jugado un rol extenso en el conflicto sirio hasta ahora –y los poderes mundiales que buscan una solución duradera a la crisis no pueden ignorarlo–. La República islámica puede acceder a sus establecidas redes que violentamente socavan cualquier transición acordada, fácilmente destruyendo cualquier progreso al que se pueda llegar.

l ¿Cuál es la mejor solución para el futuro de Siria?

–Acordar un inmediato alto el fuego y crear un «gobierno de transición» que consista en un grupo mixto de opositores, independientes, y cargos del Gobierno sirio que no se hayan involucrado en las atrocidades. Este gobierno transitorio supervisará la desmovilización del Ejército sirio y los rebeldes, conducirá hacia unas elecciones para una Asamblea Constituyente que se encargará de la nueva Constitución siria y comenzará el largo proceso de investigar y procesar a los perpetradores de los crímenes contra la humanidad. Después, reconstruir las ciudades y arreglar la destrozada sociedad siria.

*Director de Programas del Centro Sirio para Estudios Políticos y Estratégicos en Washington. Preguntas de Esther S. Sieteiglesias.