
Defensa
La UE planea un centro de seguridad marítima en el Mar Negro y adaptar las infraestructuras de transporte para el uso militar
La OTAN apoya a la República Checa por el ciberataque sufrido por parte de China

La Comisión Europea ha presentado este miércoles una estrategia sobre el Mar Negro que, entre otras iniciativas, promueve la puesta en marcha de un centro de seguridad marítima con alertas en tiempo real y la actualización de las infraestructuras existentes (puestos, aeropuertos y carreteras) para que puedan utilizarse a la hora de movilizar efectivos militarEl objetivo de esta propuesta reside en hacer frente a la amenaza rusa, teniendo en cuenta que el Mar Negro es una zona de gran importancia geoestratégica ya que conecta Asia con Europa y, por eso mismo, está en el punto de mira de Vladimir Putin. Bruselas pretende estrechar los lazos con Ucrania, Moldavia, Georgia, Turquía, Armenia y Azerbayan. “La seguridad en el Mar Negro es vital también para la seguridad europea”, ha asegurado la máxima representante de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas, en rueda de prensa.
Este centro de seguridad marítima será una realidad gracias a las contribuciones de la UE y de los países de la región. Se encargará del intercambio de información en tiempo real sobre seguridad y la vigilancia infraestructuras marítimas críticas, incluyendo los cables submarinos, las instalaciones marinas, y las operaciones de gas y energía eólica frente a las costas de Rumanía y Bulgaria. Para estas tareas, se utilizarán tecnologías de última generación como sensores submarinos, buques no tripulados o pilotados remotamente y programas de drones de vigilancia (aérea y submarina). Además, también está previsto poner en marcha un mecanismo para ampliar la cooperación entre guardacostas en la cuenca del Mar Negro.
En cuanto a la necesidad de adaptar las infraestructuras de transporte para su uso militar, la estrategia desvelada este miércoles defiende “la necesidad urgente de modernizar la infraestructura de transporte de doble uso a lo largo de la red de movilidad militar existente —que comprende rutas de transporte multimodal conectadas por centros logísticos— para que sea capaz de gestionar transporte militar potencialmente pesado y a gran escala. Los puertos de embarque y desembarque de la UE en el Mar Negro y el Danubio, así como la infraestructura ferroviaria y vial de conexión, son cruciales para permitir la movilidad militar. La capacidad de trasladar rápidamente equipo militar y tropas a Ucrania servirá como garantía de seguridad adicional para disuadir futuras agresiones”. Según declaraciones anteriores del comisario de Transporte, este trabajo de adaptación de las infraestructuras tendría un coste de 75.000 millones de euros.
Además, Bruselas quiere también mejorar el comercio con estos países y contribuir a la reparación de los daños que para el medio ambiente está teniendo la guerra de Ucrania. Uno de los grades retos es el desminado del Mar Negro. Según los datos de la Comisión Europea los países de esta zona (excluida Rusia) generan 2 billones de euros con sus casi 174 millones de habitantes. La UE es el mayor socio comercial para la mayoría de los países del Mar Negro, lo que supone un volumen total de 310.000 millones de euros.
Pero la UE no solo debe protegerse de Moscú. Pekín también se está convirtiendo en una amenaza cada vez más peligrosa para el club comunitario y la OTAN. De hecho, los embajadores de la OTAN han mostrado su solidaridad con la República Checa, después de que este país haya denunciado una cibercampaña maliciosa contra su ministerio de Asuntos Exteriores y haya culpado a China. Según la información del gobierno checo, un grupo de ciberespionaje vinculado a Pekín ha accedido a correos con información sensible.
La OTAN ha condenado “enérgicamente” estos hechos. Según la organización militar, este tipo de actividades “buscan persistentemente desestabilizar la Alianza”. Por eso, los embajadores de la OTAN se muestran “decididos a seguir mejorando nuestras capacidades y resiliencia y a emplear las capacidades necesarias para disuadir, defender y contrarrestar todo el espectro de ciberamenazas a fin de apoyarnos mutuamente”. El comunicado también hace un llamamiento a todos los Estados, incluida China, a abstenerse de “realizar actividades cibernéticas malintencionadas”.
En su último concepto estratégico, acordado durante la cumbre celebrada en Madrid en 2022, la OTAN acusa al gigante asiático de “intentar subvertir el orden internacional”. “Las ambiciones declaradas de China y sus políticas coercitivas desafían nuestros intereses, seguridad y valores”, asegura también el documento que también señala con preocupación la “asociación estratégica” con Rusia.
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