Francia

Veinte años cobrando sin trabajar: la batalla legal de una mujer contra la ‘inacción impuesta’ de su empresa

Laurence Van Wassenhove denuncia que la falta de tareas y responsabilidades durante dos décadas le causó un grave vacío profesional y daños a su salud mental

Economía.- El grupo Orange pierde casi 400 millones hasta junio por una provisión de índole laboral de 1.272 millones
Economía.- El grupo Orange pierde casi 400 millones hasta junio por una provisión de índole laboral de 1.272 millonesEuropa Press

Laurence Van Wassenhove, una trabajadora francesa de 59 años, ha iniciado un proceso judicial contra la compañía Orange tras pasar más de veinte años sin recibir asignación alguna de tareas ni responsabilidades dentro de la empresa. Lo que para muchos podría parecer una situación envidiable, para ella se convirtió en una auténtica “inacción forzada” que le provocó un profundo malestar profesional y emocional.

Tras incorporarse a Orange con entusiasmo y tras formarse como asistente de recursos humanos, la salud de Laurence empezó a deteriorarse. Fue diagnosticada con epilepsia y epiplejía, una parálisis que afecta a un lado del cuerpo, lo que le dificultó continuar con sus funciones habituales. Por este motivo, la empresa la trasladó a un puesto de secretaria con menores exigencias laborales, una medida que en teoría buscaba adaptarse a su estado, pero que no fue bien recibida por Laurence.

En 2002, solicitó un traslado a otra región de Francia, pero una evaluación médica dictaminó que no estaba apta para desempeñar sus labores, por lo que fue colocada en estado de reserva. Desde entonces, aunque seguía percibiendo su sueldo, se sentía invisibilizada dentro de la empresa. “Me pagaban, pero me trataban como si no existiera”, ha declarado.

Durante estos años, la compañía le ofreció varias soluciones: primero la mantuvo en reserva, luego la dio de baja por enfermedad y finalmente le propuso una jubilación anticipada por invalidez. Sin embargo, ninguna de estas alternativas supuso para Laurence una salida satisfactoria. En su demanda, argumenta que la empresa incumplió con su obligación legal de proporcionarle un trabajo adecuado y de atender sus necesidades médicas, tal como establece la legislación laboral francesa.

La mujer asegura que vivir durante dos décadas sin un rol profesional activo fue un “vacío” que terminó afectando gravemente su salud mental, llevándola a una depresión severa. “Cobrar sin trabajar no es un privilegio; es una situación difícil de sobrellevar”, afirmó en una entrevista con la cadena FTV.

Por su parte, Orange ha respondido asegurando que siempre tuvo en cuenta la “situación personal” de Laurence y que trató de garantizarle las mejores condiciones durante su periodo de inactividad. La empresa también destacó que se planteó reubicarla en un nuevo puesto, pero que esta opción no prosperó debido a sus frecuentes bajas médicas.