Tensión en Asia

Pekín emula ataques contra "objetivos clave" en Taiwán durante las maniobras "Espada Conjunta"

Pekín está poniendo a prueba artillería de cohetes de largo alcance, destructores navales, barcos lanzamisiles, cazas de la fuerza aérea, bombarderos y reabastecedores de combustible

China continúa amenazando a Taiwán. Más aún durante el segundo día de su programa de tres jornadas de patrullas de "cerco" y simulacros conjuntos cerca de la isla autogobernada, donde el ejército chino realizó ejercicios de ataque de precisión contra objetivos clave en los alrededores de Taiwán. La maniobra provocó la condena de Taipéi y el llamamiento a la moderación de Washington, que declaró estar "siguiendo de cerca las acciones de Pekín".

La televisión estatal china informó el domingo puntualmente que las "patrullas de preparación para el combate" y los simulacros -que se anunciaron pocos días después de la histórica reunión de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, en California- proseguían.

"Bajo el mando unificado del centro de mando de operaciones conjuntas del teatro, múltiples tipos de unidades llevaron a cabo ataques conjuntos de precisión simulados contra objetivos clave en la isla de Taiwán y las zonas marítimas circundantes, y siguen manteniendo una postura ofensiva alrededor de la isla", señaló el informe.

El informe detalla el tipo de armamento que China estaba poniendo a prueba, incluyendo "artillería de cohetes de largo alcance, destructores navales, barcos lanzamisiles, cazas de la fuerza aérea, bombarderos y reabastecedores de combustible".

El ejército chino ha calificado las maniobras "Espada Conjunta" de "seria advertencia contra la connivencia y provocación de las fuerzas separatistas de la independencia de Taiwán con fuerzas externas", en una referencia velada a Estados Unidos. El lunes continuarán los ejercicios con fuego real frente a las costas de la provincia china de Fujian, situada frente a Taiwán.

Por su parte, el Ministerio de Defensa taiwanés reconoció el desarrollo de los juegos de guerra en su día dos, y señaló que había detectado aviones de combate, bombarderos pesados, aviones de reconocimiento y otras aeronaves realizando múltiples salidas. También se avistaron nueve buques de guerra en la zona.

Según datos del propio ministerio, el ejército chino envió 58 aviones cerca de Taiwán hasta el mediodía del domingo, de los cuales 45 cruzaron la "línea media" no oficial del estrecho de Taiwán, una división diseñada para mantener a los aviones militares de ambos lados a una distancia segura con el fin de evitar que los errores de cálculo desemboquen en un conflicto.

El día anterior, los chinos enviaron 71 aviones militares cerca de la zona taiwanesa, una de las cifras más altas en un solo día desde que Taipéi comenzó a publicar datos sobre los vuelos en 2020.

"En cuanto a los movimientos de la Fuerza de Cohetes de los comunistas chinos, el ejército de la nación también mantiene un estrecho seguimiento a través de sus sistemas conjuntos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, y las fuerzas de defensa aérea permanecen en alerta máxima", dijo el organismo en un comunicado.

La Fuerza de Cohetes del Ejército Popular de Liberación controla el enorme arsenal de misiles terrestres de China. Un vídeo difundido el sábado por los medios de comunicación estatales parecía mostrar que los misiles balísticos de corto alcance DF-11 y DF-15 móviles por carretera participaban en los ejercicios.

La mandataria taiwanesa denunció inmediatamente los simulacros y se comprometió a colaborar con "Estados Unidos y otros países de ideas afines" frente al "continuo expansionismo autoritario".

En Washington, un portavoz del Departamento de Estado afirmó que Estados Unidos sigue de cerca las acciones de Pekín y que había "instado sistemáticamente a la moderación y a no cambiar el statu quo", pero señaló que disponía de amplios recursos para cumplir sus compromisos de seguridad en Asia.

"No hay razón para que Pekín convierta este tránsito -que era coherente con la práctica y la política estadounidenses desde hace mucho tiempo- en algo que no es o lo utilice como pretexto para reaccionar de forma exagerada", declaró un portavoz del Instituto Americano en Taiwán, que actúa como embajada de facto de Estados Unidos en ausencia de lazos diplomáticos formales.

VÍDEO: Taiwán detecta 71 cazas y nueve barcos de guerra cerca de su isla
VÍDEO: Taiwán detecta 71 cazas y nueve barcos de guerra cerca de su islaEuropa Press

Tsai regresó a Taiwán el viernes tras culminar una visita a dos de los escasos aliados del país, haciendo un tránsito por California para asistir a una reunión sin precedentes con McCarthy, segundo en la línea de sucesión a la presidencia de EE.UU. Esta cita -la primera de este tipo desde que la líder taiwanesa se reunió en agosto en Taipéi con la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi- ha encolerizado, más si cabe, a Pekín.

Según el acuerdo de 1979, Estados Unidos no debe tener ningún vínculo oficial con la isla de Taiwán, por lo que el periplo de la líder taiwanesa es visto por los chinos como una violación del tratado. Pero Washington piensa que el aumento de la actividad militar y la agresión china contra la isla en los últimos dos años es una violación de su parte del convenio. Y así, ambas partes se sienten provocadas por la otra.

China, que reclama Taiwán como territorio propio y no ha descartado el uso de la fuerza para tomar la isla, ha denunciado el encuentro como una "confabulación" entre Washington y Taipéi destinada a acercar a la isla democrática a la independencia.

Tras la visita de Pelosi, el gobierno chino llevó a cabo varios días de maniobras militares a gran escala en torno a las costas taiwanesas. Estos ejercicios incluyeron el lanzamiento de cinco misiles balísticos que cayeron por primera vez dentro de la zona económica exclusiva de Japón, cerca de sus lejanas islas Nansei.

Aunque estas dos jornadas no resultan tan intensas como los simulacros realizados tras la visita de Pelosi, las crecientes tensiones en el estrecho de Taiwán han suscitado preocupación en la región y fuera de ella.

Desde que la China comunista y Taiwán se separaron al final de la guerra civil china en 1949, la vía fluvial que las separa ha sido un punto geopolítico candente. El territorio ofrece un vínculo estratégico clave, tanto dentro del Indo-Pacífico como en la escena mundial. Está además estratégicamente situado en el centro de la primera cadena de islas de la costa oriental asiática, lo que le confiere una importancia geoestratégica para las ambiciones militares chinas.

Asimismo, es el principal proveedor de semiconductores (con los que se fabrican los microchips que sustentan los sistemas militares avanzados) de Estados Unidos y sus aliados, lo que le ha valido a Taipéi ser uno de los principales actores de la economía mundial.