Venezuela confirma la muerte de dos pilotos que atendieron una alerta por incursión ilegal

El Gobierno venezolano confirmó la muerte de los dos tripulantes de un avión militar que se precipitó a tierra cerca de la frontera con Colombia tras responder a una llamada de alerta por incursión ilegal en el espacio aéreo.

El Gobierno venezolano anunció hoy la muerte de los dos tripulantes de un avión militar tipo Sukhoi-30 que se precipitó a tierra la noche del jueves en el estado Apure (occidente) cerca de la frontera con Colombia tras responder a una llamada de alerta por incursión ilegal en el espacio aéreo del país, informa Alberto Andreo/Efe.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó la muerte de los dos tripulantes, capitanes Ronald Ramírez Sánchez y Jackson García Betancourt, en una zona que sufre, dijo, "el flagelo del narcotráfico", aunque no aclaró los motivos del siniestro.

"Mis condolencias a los familiares de nuestros capitanes bolivarianos Ronald Ramírez Sánchez y Jackson García Betancourt caídos en misión", escribió Maduro en su cuenta de Twitter, en la que también informó del ascenso a título póstumo de los dos fallecidos al grado de mayor.

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, explicó que el siniestro ocurrió cuando la aeronave sobrevolaba "el cajón del Arauca"en el occidental estado Apure y en respuesta a una llamada "de alerta por la incursión de una aeronave ilegal detectada por nuestro sistema de defensa aeroespacial integral".

Padrino López, quien calificó a los fallecidos de "paladines del espacio soberano", dijo que tras las caída del avión el presidente Maduro ordenó hoy que saliera hacia el sector apureño de Elorza un contingente militar para buscar respuestas.

"En el sitio se pudo constatar la aeronave completamente destruida y pudimos encontrar también los restos de nuestros queridos hermanos, que en estos momentos están siendo sometidos a la práctica médico legal correspondiente", agregó, aunque tampoco facilitó el motivo del siniestro del Sukhoi-30.

Poco después de informar sobre el suceso, el ministro venezolano había descartado que el suceso se debiera a un fallo humano.

Destacó la capacidad, el profesionalismo y el nivel de cualificación de los pilotos venezolanos.

Añadió que el presidente Maduro, tras conocer el siniestro, ordenó aprovechar las alianzas con Rusia y China para reponer la unidad perdida e incluso aumentar la flota aérea militar "con el propósito firme de elevar aún más nuestros niveles de apresto operacional".

Padrino López desmintió, por otra parte, "todos los comunicados de presunta violación del espacio aéreo colombiano"por parte de aeronaves militares venezolanas denunciados hace unos días por Bogotá, uno de ellas precisamente desde el estado Apure.

Al respecto, se mostró dispuesto a sentarse a revisar "coordenada por coordenada"el trayecto de los aviones venezolanos con sus pares colombianos, y reiteró que "todas las trazas"de las aeronaves señaladas por el país vecino dicen que han permanecido dentro del espacio aéreo venezolano.

"Le digo a las autoridades colombianas (...) no está en el ánimo de nosotros agredir, ni violentar, vulnerar el espacio aéreo colombiano", sostuvo el ministro.

Las dos denuncias de su espacio aéreo denunciadas por Bogotá, así como el siniestro de la aeronave informado hoy, se han producido en medio de la problemática fronteriza entre Venezuela y Colombia a raíz del cierre de los pasos entre países que comenzó por orden de Maduro el 19 agosto en el occidental estado Táchira.

El presidente venezolano tomó esta decisión tras informar de un ataque, según el Ejecutivo, de paramilitares colombianos contra tres militares venezolanos y un civil, y dos días después decretó el estado de excepción en seis municipios tachirenses, decisión que argumentó en base a la lucha del Gobierno contra el hampa y los grupos irregulares en esta zona.

A día de hoy son ya 23 los municipios entre el noroccidental Zulia (10), Táchira (10) y Apure (3), su vecino por el sur, en los que se cerró la frontera, en el caso de ser limítrofe, y en los que se decretó el estado de excepción, dejando dos terceras partes de los 2.219 kilómetros de frontera con Colombia bajo estas medidas.

Maduro responsabiliza a Colombia de la situación que se vive en estas zonas limítrofes y asegura que las mantendrá hasta que se consiga una "frontera de paz".

Las acusaciones del jefe del Ejecutivo venezolano han sido rechazadas por su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, en un agrio intercambio de acusaciones sobre una problemática fronteriza a la que tratarán de buscar solución el lunes en la reunión que sostendrán los dos presidentes en Quito.