La ventaja de Trump, cada vez más sólida

El diario «The New York Times» publicó días atrás algunas encuestas sobre la intención de voto para las presidenciales de Estados Unidos y en seis Estados, propiamente «swing states». De esas seis contiendas, la única que refleja una ventaja del demócrata sobre el magnate republicano es Wisconsin y con apenas 2% de superioridad. Del resto; en Pensilvania, Trump va ganando por 3 puntos, Arizona y Michigan por 7 respectivamente, Georgia por 10 y Nevada por 12 puntos. En otras palabras, la probabilidad del regreso

de Trump a la Casa Blanca se incrementa de manera considerable.

Vale la pena dar contexto y análisis cualitativo a los números. No se trata tanto de un crecimiento del fanatismo hacia la figura de Trump, mucho menos de un aumento en la credibilidad de los votantes hacia el «establishment» republicano. Los factores que explican la ventaja hablan de un voto práctico, muy cargado hacia lo económico. En segundo lugar, la aspiración a un liderazgo con mayor carácter en el concierto internacional; sobre todo, viendo el avance de Putin en Europa, el fortalecimiento económico de China y la guerra en el Medio Oriente. En los tres escenarios, el rol de Estados Unidos no es el óptimo y su papel protagónico, incluso dentro de Occidente, se ha venido a menos con el presidente Biden.

Los americanos aspiran a un liderazgo más fuerte, que resuelva los problemas y muestre frontalidad y posturas claras en contra de los enemigos de Occidente. Trump –a pesar de su antipatía y su reputación personal venida a menos– sigue reuniendo más atributos que el actual inquilino de la Casa Blanca. Los estadounidenses no quieren elegir a un referente moral necesariamente, desean con mayor anhelo un liderazgo con empuje y notoriedad.