Lucha de titanes

El verdadero motivo de la brutal ruptura entre Elon Musk y Trump

Además de los desencuentros a nivel político entre los dos magnates, existe una lucha entre élites tecnológicas rivales

Aunque el detonante de la ruptura de Elon Musk con Donald Trump parece haber sido el "gran y hermoso proyecto de ley fiscal" del presidente, los problemas de la relación entre ambos líderes son más profundos y complejos, y tienen un fuerte componente ideológico. Conflictos de poder dentro del gobierno, intereses económicos enfrentados y traiciones personales han configurado un escenario de confrontación donde ambos intentan imponer su narrativa ante la audiencia de todo el mundo.

El magnate de Tesla se opone frontalmente al proyecto de ley de Trump, al que califica de "repugnante", argumentando que aumentará el déficit de EEUU, recortará programas sociales como Medicaid, y anulará créditos esenciales en el campo de las energías limpias y los vehículos eléctricos, lo que afecta directamente a Tesla.

El rechazo en redes sociales que Musk ha mostrado sobre esta ley ha enfadado sobremanera a Trump, quien fiel a su estilo incendiario ha amenazado con rescindir todos los contratos de Musk con el gobierno de EEUU, lo que ha provocado una caída de más del 15 % en las acciones de Tesla.

El proyecto de ley incluye medidas que afectan negativamente a los negocios de Musk, ya que no solo plantea el recorte o eliminación de créditos fiscales para los vehículos eléctricos sino que amenaza con cancelar subsidios federales y contratos con sus compañías (Tesla, SpaceX). Trump había sugerido que planeaba retirar el llamado "Mandato de Vehículos Eléctricos".

Durante las primeras semanas del segundo mandato de Trump -que comenzó en enero-, Musk logró una posición de poder fuerte dentro del aparato federal, participando activamente en decisiones sobre despidos. Varios secretarios del gabinete se quejaron, lo que llevó a Trump a frenar el ímpetu de Musk y exigirle que trabajara en el marco de los canales oficiales, "algo que Musk interpretó como una clara humillación.

Según la prensa estadounidense, Musk intentó alargar su estancia como "empleado especial del gobierno" más allá del límite legal de 120 días, pero se lo denegaron. Trump, además, retiró la nominación de Jared Isaacman, amigo y aliado de Musk, como jefe de la NASA, interpretado por el entorno del dueño de X como una "represalia directa".

También hay sobre la mesa desencuentros empresariales que afectan a los negocios del dueño de Tesla. Al parecer, éste se molestó porque un acuerdo sobre inteligencia artificial promovido por Trump beneficiaba a su rival empresarial Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, lo que refuerza que el conflicto también es una lucha entre élites tecnológicas rivales.