Crisis en Egipto
Vivir bajo el estado de emergencia
El estado policial de la dictadura vuelve a Egipto. La Policía puede detener sin cargos y se prohíben las manifestaciones
EL CAIRO- La mayor parte de los más de 80 millones de egipcios han nacido, crecido y vivido en estado de emergencia, que se ha convertido en la normalidad para los ciudadanos así como para aquellos que lo aplican de forma arbitraria. El estado de emergencia estuvo en vigor de forma ininterrumpida durante los más de 30 años de dictadura del ex presidente Hosni Mubarak y sólo se vio rescindido más de un año después de la revolución que le derrocó en febrero de 2011, al menos en el papel. Desde la caída del «faraón» hasta la elección del presidente Mohamed Mursi en las urnas en junio del año pasado, la Junta militar que lideró Egipto lo hizo con mano de hierro e imponiendo la ley castrense sobre los civiles (más de 12.000 personas fueron juzgadas en tribunales militares en 16 meses). También, durante el mandato del régimen islamista, el estado de emergencia fue declarado en algunas ocasiones y sus prerrogativas nunca fueron ignoradas por los aparatos de seguridad, que el ahora detenido Mursi no se atrevió a reformar.
Tras el golpe militar contra los Hermanos Musulmanes el pasado 3 de julio y, sobre todo, tras la declaración del estado de emergencia en todo Egipto este miércoles, el país se arriesga a regresar a un brutal pasado, que siempre han vivido los egipcios como algo cotidiano. El estado de emergencia implica que las Fuerzas de Seguridad gozan de poderes excepcionales e impunidad prácticamente absoluta, lo cual es de por sí la norma en Egipto. Muy pocos agentes han sido condenados por haber matado o herido a manifestantes en estos dos años y medio de transición, y las contadas sentencias contra policías han sido más bien simbólicas. La Policía y otros aparatos de seguridad del Estado, que eran los pilares del régimen de Hosni Mubarak, vuelven a tomar un papel protagonista ahora gracias a que el Gobierno les ha dado carta blanca para hacer frente a los islamistas en las calles. Bajo la ley de emergencia, quedan prohibidas las manifestaciones, los ciudadanos pueden ser arrestados y detenidos sin cargos, y la libertad de expresión y de prensa quedan limitadas.
La «Iniciativa egipcia para los derechos personales» alertaba estaba semana de que el nuevo Gobierno está restableciendo unidades secretas de la Policía que habían sido desmanteladas tras la revolución del 25 de enero por sus métodos brutales. Esta ONG local advierte del riesgo de la vuelta al estado policial porque la Policía regresa ahora fortalecida por el apoyo de una gran parte de la sociedad, que en el final del reinado de Mubarak se había levantado contra la corrupción y los abusos de esta institución. Pero ahora, este despotismo se ha perdonado u olvidado.
También ayer, el Gobierno dio marcha atrás en su decisión de recortar dos horas el toque de queda nocturno que rige desde el miércoles en más de una decena de provincias (y en las principales ciudades) y ha recuperado el horario inicial: de siete de la tarde a seis de la mañana.
Las claves
1.- Un mes
El Gobierno ha decretado que el estado de emergencia se mantenga durante un mes. Ante esta situación, se suspende una gran cantidad de derechos básicos.
2.- 31 años
Con la excusa de la lucha contra el terrorismo, Egipto había estado 31 años en estado de emergencia. Desde 1981 hasta mayo de 2012.
3.- Toque de queda
Desde las 19:00 h. hasta las 06:00 h. de la mañana está impuesto el toque de queda en, al menos, 12 de las 27 provincias de Egipto.
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