El Futuro de Venezuela

Votos a cambio de lavadoras

La Razón
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¿Qué factor puede alterar las encuestas en este momento?

-Hay un factor muy importante y que no se está teniendo en cuenta, el factor de la abstención. Ésta va a jugar un papel a favor de alguien, y hay que ver qué votantes se abstienen más, si los chavistas o la oposición. La abstención puede hacer variar las predicciones. No en términos definitivos pero si relativos. Por lo general, quien ha perdido más votos cuando se produce una alta abstención ha sido el chavismo y esto puede inclinar la balanza en un momento dado.

¿Los chavistas tienen realmente miedo a que se boicoteen las elecciones?

-El Gobierno reiteró en multitud de ocasiones, y se ha demostrado que es completamente falso, que la oposición no se iba a presentar en estas elecciones. Ahora cambian el argumento es que la oposición no va a reconocer los resultados, y yo realmente descarto esta posibilidad.

¿La oposición también ha denunciado la situación?

-Capriles ha denunciado el ventajismo electoral, todo el Gobierno está volcado con Maduro, cuando la Constitución dice que esto está totalmente prohibido. La Administración está al servicio del oficialimo en vez de estar al servicio de la ciudadanía, como señala expresamente nuestra Carta Magna. Además de la Administración, el Ejército también está completamente posicionado... El Ministro de la Defensa ya hizo unas declaraciones favorables a Maduro y, en mi opinión y como dice la Ley, las Fuerzas Armadas deberían ser profesionales y estar al servicio de la soberanía, sin entrar en nada más.

Con esta situación, ¿qué puede hacer Capriles?

-El candidato de la oposición, Henrique Capriles, ha defendido su candidatura como la de «un David contra Goliat». Capriles se enfrenta a un Tribunal Supremo donde no hay ningún miembro de la oposición al igual que en el Consejo Nacional Electoral, que es supuestamente el árbitro de los comicios. Hay una situación de absoluto secuestro de todos los poderes públicos. Y la televisión pública se ha convertido en el vehículo del Gobierno. Hay programas en el canal del Estado donde se viola la reputación de las personas, desde allí se ha tildado a Capriles de homosexual y de consumir cocaína, y lo mismo ocurre con gente que trabaja para la oposición. Y todo esto se soporta impunemente.

¿La compra de votos está a la orden del día?

-Totalmente. Se están comprando votos para que la gente vote por Maduro. Se están viviendo cosas inauditas. Se regalan lavadoras y televisores con el objetivo de conseguir votos y se está ilusionando a los damnificados con viviendas...Y todo esto es una bomba de relojería. ¿Cree que el triunfo de Maduro dividirá aún más el país?

–Una mentira no se soporta tanto tiempo, la gente se va a desilusionar a largo plazo. Y ya no está Chávez, que era el único que tenía el suficiente carisma como para enfrentarse a una crisis así. La política de Maduro no da resultado, es una política fracasada y va a tener consecuencias.

¿A qué problemas se enfrenta Venezuela?

-Desde el punto de vista político, los problemas tienen que ver con la violación permanente del Estado de Derecho y de la Constitución. No hay independencia ni separación de los poderes públicos. Ahora mismo paseas por Caracas, y donde veas una oficina pública abajo hay un equipo de campaña y eso debería estar prohibido. Otro gran problema es la inseguridad. Venezuela aparece entre los tres países del mundo con la más altas tasas de homicidios y de delitos. Y por último, la economía. La pérdida del poder adquisitivo del bolívar ha caído como nunca antes en la historia política nacional. Hay controles artificiales, hay un mercado negro que está cuadruplicando el precio del bolívar. Y este mercado negro es un caldo de cultivo para la corrupción, para el tráfico de influencias...

¿Qué ha logrado el Gobierno de Maduro?

-El Gobierno lo único que está logrando es «pan para hoy y hambre para mañana». La política de corte marxista que está llevando a cabo el Gobierno ha arruinado la empresa privada. La inflación va a ser este año una de las más altas del mundo, superior al 30%. No se han atacado los problemas básicos, hay crisis eléctrica, de suministro de agua, los hospitales están derruidos y hay crisis en las escuelas. Y con el déficit que tenemos, el Gobierno sigue aportando donaciones al Gobierno de Castro, de Nicaragua... cuando la caridad debe comenzar en casa.

¿La inversión de los chavistas en Cuba es desproporcionada?

-Sí, se está ayudando sin contraprestaciones o muy por debajo de lo que se les da. Es un dar sin recibir, y no habría problema si los problemas básicos estuviesen resueltos en Venezuela.