América Latina

Xiomara Castro abraza en Pekín el principio de «una sola China»

La presidenta de Honduras se reúne con Xi Jinping para sellar el giro de 180º a su tradicional política exterior

El presidente chino recibe a su homóloga hondureña, Xioamara Castro, en el Gran Salón del Pueblo tras el bandazo de su política en marzo
El presidente chino recibe a su homóloga hondureña, Xioamara Castro, en el Gran Salón del Pueblo tras el bandazo de su política en marzoWANG ZHAO / POOLAgencia EFE

Tras una solemne y apoteósica ceremonia de bienvenida a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, el presidente chino, Xi Jinping, garantizó hoy lunes apoyo económico y social a Honduras, en sus primeras declaraciones sobre el país centroamericano desde que este renunció a sus lazos con Taiwán para reconocer a Pekín. Además, el líder chino aseguró que buscará fomentar los vínculos «desde una altura estratégica y una perspectiva a largo plazo, convirtiendo la hermosa visión de la cooperación en resultados concretos». «Como primera mujer jefe de Estado en la historia de Honduras, desde su toma de posesión, ha llevado al pueblo hondureño a valerse por sí mismo de forma solidaria y ha contribuido a nuevos avances en los esfuerzos de desarrollo del país. Le felicito sinceramente por ello», fueron las palabras de Xi, elogiando la presencia de su homóloga en Pekín.

«Como presidenta de Honduras, valoro esta histórica apertura de relaciones con la República Popular China y con su pueblo, un acontecimiento que marcará para siempre este siglo. Reconozco una sola China, la que dirige el presidente Xi Jinping», respondió a los halagos Xiomara Castro.

La presidenta hondureña aterrizó en Shanghái el viernes, en su primera visita desde el inicio de las relaciones. Durante su estancia en la ciudad, visitó la sede del Nuevo Banco de Desarrollo, creado por los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) y solicitó su admisión en dicha entidad. Asimismo, la nación centroamericana inauguró el domingo su primera Embajada en la capital china.

En su encuentro de ayer en el Gran Salón del Pueblo, los mandatarios llevaron a cabo diversas reuniones bilaterales, donde Xi destacó que, desde el establecimiento de relaciones diplomáticas, estas se han desarrollado rápidamente, mostrando gran vitalidad y amplios horizontes. Asimismo, recordó que Manuel Zelaya, ex presidente hondureño y esposo de Castro, desempeñó un papel positivo en este proceso de acercamiento, y aseveró que no se olvidarán nunca sus contribuciones a las relaciones mutuas.

Tan solo 77 días después del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre las naciones, China afirmó que sus lazos han experimentado un enorme desarrollo y han crecido como «un árbol robusto» que beneficia a ambos pueblos. Así, los dos mandatarios presenciaron como testigos de honor la firma de 17 documentos de cooperación bilateral en ámbitos como la construcción de la Franja y la Ruta, la economía, el comercio, la inspección de calidad, la agricultura, la ciencia y la tecnología, la cultura y la educación. Además, a principios de julio está previsto que un viceministro de Comercio chino visite territorio hondureño para promover la firma de un tratado de libre comercio.

Honduras estableció relaciones formales con China el pasado mes de marzo, sumándose así a la serie de países que han roto sus lazos diplomáticos con Taiwán. Los dos aliados que le quedan a Taiwán en Centroamérica son Belice y Guatemala (junto con Paraguay en Suramérica y Haití, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas en el Caribe). Para China, el autogobierno de Taiwán representa una provincia secesionista, que debe retomarse por la fuerza si es necesario, por lo que prohíbe a sus socios diplomáticos mantener relaciones formales con Taipéi.

El establecimiento de estos vínculos constituyó una victoria diplomática para Pekín, en un contexto de crecientes tensiones con Estados Unidos y de mayor firmeza frente a Taiwán.

Además, puso de manifiesto la creciente influencia china en América Latina. Este giro diplomático supuso una nueva señal de la fuerte presencia que China tiene en la región. A lo largo del siglo XXI, la importancia de Pekín como socio económico ha crecido drásticamente, a expensas de Estados Unidos, que solía ser el indiscutible baluarte hegemónico en este hemisferio. Hoy en día, Washington tiene menos recursos que ofrecer a la región de los que tenía entonces, y China está ansiosa por aprovechar ese espacio.