Los yihadistas asesinan a los infieles "a palos y rompiéndoles la cabeza"

“Detuvimos a dos infieles cerca de la aldea de Mayiba, en el área de Lubero (el Congo) matando a uno de ellos con palos de máquina y rompiendo la cabeza del otro, y todas las alabanzas sean para Alá”.

Los yihadistas del Estado Islámico (Daesh, Isis) ya no se conforman con degollar a sus víctimas; ahora prefieren asesinarlos lentamente a palos, o con golpes en la cabeza y todo ello en nombre de Alá, como si su Dios recomendara estas atrocidades.

Al fanatismo, unen el odio a los que no profesan su religión y prosiguen así con el genocidio en África al que, como se ha denunciado tantas veces, recientemente ante la ONU, nadie haga nada para evitarlo.

Las redes yihadistas publican día a día noticias de estos crímenes, con el común denominador de la islamización por la fuerza de los crímenes y no de la convicción, sin tan seguros están los terroristas de que la suya, según su interpretación, es la verdadera y única religión.