Guerra en Ucrania
Zelenski, tras el ataque con drones en el centro financiero de Moscú: «La guerra está volviendo al territorio de Rusia»
El líder de Ucrania saca músculo militar ante las amenazas del expresidente ruso Dmitri Medvedev, que amenaza con utilizar armas nucleares si la contraofensiva «fuera un éxito»
El día festivo de ayer en Rusia terminó eclipsado por el nuevo ataque con drones lanzado desde Ucrania que llegó al centro de Moscú causando un herido. Hace pocos meses nadie podía imaginar que la capital rusa pudiera ser alcanzada por armas ucranianas, pero el de esta mañana resultó ser ya el cuarto ataque sufrido por Moscú, cuyos artefactos impactaron contra las fachadas de dos rascacielos del centro financiero moscovita. La ofensiva pudo ser más mortífera de haberse producido en un día laborable. Como resultado, además del herido, un vigilante de seguridad de uno de los edificios de oficinas, el Gobierno ruso decretó el cierre temporal del aeropuerto de Vnúkovo, uno de los tres internacionales que posee Moscú. El centro financiero de la capital rusa, también llamado Moskva-City, se encuentra a poca distancia del Kremlin. Los ataques ucranianos, muy intensos en la última semana han demostrado la vulnerabilidad de la capital moscovita, que podría sufrir nuevos atentados en el futuro.
Parece que el ataque ucraniano se llevó a cabo con intensidad, a juzgar por un comunicado publicado ayer por el Ministerio de Defensa ruso en el que aseguraba que sus fuerzas antiaéreas habían derribado otros 25 drones enemigos dirigidos contra objetivos situados en la península de Crimea. Según esa nota, 16 drones fueron destruidos por el fuego de la artillería antiaérea y los otros nueve cayeron al mar inhibidos con medios de guerra electrónica.
Lo ocurrido ayer ha producido una cadena de reacciones que empezaba con las declaraciones del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que aprovechando una visita a la ciudad de Ivano-Frankivsk, en el oeste del país, afirmó que «la guerra está volviendo gradualmente al territorio de Rusia, a sus centros simbólicos y bases militares, y este es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo», asegurando que «Ucrania se está volviendo más fuerte». Por su parte, el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev, acostumbrado a lanzar mensajes apocalípticos a través de las redes no evitó la ocasión para pronunciarse tras el ataque ordenado por Kiev afirmando que «si la ofensiva [ucraniana], que está respaldada por la OTAN, fuera un éxito y arrancaran una parte de nuestra tierra, entonces nos veríamos obligados a usar un arma nuclear de acuerdo con las reglas de un decreto del presidente de Rusia».
Mientras, el presidente ruso Vladímir Putin presidía en San Petersburgo el desfile naval para celebrar el día de la Flota de Rusia. El líder ruso, que anunció que la marina de su país incorporará este año 30 nuevos buques de guerra, quiso asimismo felicitar a los marines rusos. «Durante siglos nuestra flota ha sido y sigue siendo el guardián indestructible de las fronteras de la Patria, su orgullo y gloria», dijo Putin, al que acompañaron cuatro jefes de Estado africanos, Ibrahim Traoré (Burkina Faso), Assimi Goïta (Malí), Denis Sassou-Nguesso (Congo) e Isaias Afwerki (Eritrea), que permanecieron en la capital de los zares tras la cumbre Rusia-África, celebrada allí esta semana.
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