«Iron Man 3», las dudas de un superhéroe

Después de liderar una saga que ha recaudado más de 1,2 millones de dólares a nivel mundial y de protagonizar la tercera película más vista de la historia –sólo por detrás de «Avatar» y «Titanic»–, era necesario tener algo más que superpoderes para volver a impresionar al público y meterse a la crítica en el bolsillo. Pero Robert Downey Jr lo ha conseguido. Y hay que reconocerle el mérito, porque, en esta ocasión, el reto era más complicado que nunca. El actor vuelve a encarnar a Iron Man, aunque en esta tercera entrega se pasa más tiempo fuera que dentro del traje de hierro. Se trata de la película más compleja a nivel psicológico de la saga. Su personaje, Tony Stark, el irreverente inventor multimillonario, tendrá que enfrentarse a sus propios miedos y descifrar la pregunta que le atormenta en secreto: ¿el hábito hace al monje o es lo contrario? «Lo mejor de "Iron Man 3"es que recuperamos algunas de las cosas que hicieron popular a la franquicia en un primer momento», asegura el actor durante la presentación del filme en Londres. «El increíble éxito de "Los Vengadores de Marvel"nos dio la oportunidad de no tener que hacer otra cinta, sino de explorar el personaje de Tony Stark de forma muy orgánica y comprensible», recalca.

En términos cinematográficos, la última reunión de los superhéroes de Hollywood supuso una auténtica revolución. El primer fin de semana, solamente en Estados Unidos recaudó 207,4 millones de dólares, el mayor estreno de todos los tiempos. Tan sólo doce filmes en la historia han conseguido recaudar más de 1.000 millones. El equipo tenía, por tanto, la certeza de que todo amante del cómic había visto a Los Vengadores en acción, así que decidieron que la historia de «Iron Man 3» fuera una continuación de esa angustia y desasosiego que siente el protagonista al darse cuenta de que no es el único superhéroe en el mundo. A la hora de escribir el guión los realizadores quisieron recuperar «la esencia» e imaginar lo que haría Stark si le quitaran su dinero y sus juguetes y se viera obligado a empezar de cero.

Saga millonaria

De alguna manera, la película refleja la vida misma de Downey Jr. Y no sólo por el hecho de que su personalidad, al menos en la alfombra roja, cuadra a la perfección con la excentricidad y el descaro que desprende el millonario inventor al que da vida –brillante en su trabajo al igual que el actor, que borda cada uno de sus papeles, además el neoyorquino ha resurgido de sus propias cenizas cuando todo el mundo pensaba que era otra estrella caída del firmamento de la fama. Nominado dos veces al Oscar, el protagonista de «Chaplin» acaba de cumplir 48 años, es hoy uno de los actores más solicitados y más ricos del planeta. Con «Los Vengadores» se embolsó directamente 50 millones de dólares y con las dos entregas de Sherlock Holmes, dirigidas por Guy Ritchie, logró cosechar más de un millón. Pero no hay que olvidar que hace tan sólo quince años sus problemas con las drogas y sus ingresos en prisión hacían pensar lo peor. Pero, como su personaje, Downey Jr. ha conseguido vencer sus fantasmas y ahora lleva una década ininterrumpida de éxitos. Se encuentra en su mejor momento, tanto mental como físicamente, porque para este trabajo quiso estar «en buena forma y muy flexible», consciente de que ya no podría esconderse la mayor parte del tiempo en su escudo de hierro para enfrentarse al villano, «El mandarín», al que interpreta Ben Kinsgley. «Está genial. Es un tesoro nacional en el Reino Unido. Hace de un descendiente de Gengis Khan que tiene el control sobre diez anillos que le otorgan increíbles poderes. Se trata de un papel que sorprenderá y encantará al público», señaló Downey.

Una de las incorporaciones al reparto la encarna Guy Pearce en el papel del perverso Aldrich Killian, a quien Downey Jr. también describió como «un artista fantástico, con el que lo pasé fenomenal». También derrocha elogios para Rebecca Hall (Maya Hansen), a quien se refirió como una de sus «amistades preferidas en la tierra y, en cierta forma, la razón por la que la película comienza».

Basada en el popular cómic de Marvel, el superhéroe Iron Man, que apareció por primera vez en las páginas de «Tales of Suspense» (nº39) en 1963 y en mayo de 1968 en el cómic titulado «El Invencible Iron Man» (nº1), esta tercera entrega vuelve a contar con Gwyneth Paltrow como Pepper Potts, un personaje, según explicó, que «evoluciona muchísimo, pasando de ser la ayudante de Tony, la que resuelve sus problemas, hasta acabar teniendo una relación de iguales. Viven juntos y ella exige que él esté ahí», señaló. La actriz, que se viste por primera vez con el traje de hierro –lo que entusiasmó a sus hijos– aceptó su participación en la franquicia sin siquiera haber leído el guión: «Al principio tuve algún momento de preocupación por tratarse de una superproducción, pero cuando trabajas con gente como Robert es imposible decir no porque estás a otro nivel», asegura. La química entre la pareja no sólo se limita a la gran pantalla. La protagonista de «Shakespeare enamorado» comentó que estaba realmente sorprendida por la acogida del filme, pero fue interrumpida de inmediato por su compañero: «¿Sorprendida? Eres muy snob», soltó el hombre de hierro, lo cual provocó risas entre el elenco. Él se acercó a Paltrow en un gesto de disculpa por la broma, pero ella le respondió con un pequeño cachete.

Cerrar el círculo

Con el reparto asegurado quedaba por saber quién iba a sustituir a Jon Favreau, el director que firmó los dos primeros éxitos de taquilla. Los realizadores recurrieron a Shane Black, que casualmente había dirigido a Robert Downey Jr. en «Kiss Kiss Bang Bang», la película que fue determinante para que el actor obtuviera el papel de Tony Stark. Según Downey, contratar a Black para que escribiera y dirigiera esta tercera entrega fue como cerrar el círculo. Además, para Black, un fan declarado de «Iron Man» desde pequeño, volver a reunirse con el protagonista de «Tropic Thunder» le pareció una ocasión que no podía dejar escapar. «Dirigir y escribir ''Iron Man 3'' era la gran oportunidad de mi vida, y Robert siempre sabe cómo sacar partido al material. Por eso es un genio», dice.

La pregunta es: ¿continuará la historia de amor? El actor lo deja en el aire, como también el tema que está en la mente de todos, es decir, si se calzará de nuevo la armadura: «No lo sé. He disfrutado bastante, y ha sido una gran experiencia, pero odio cuando la gente dice una cosa y después hace otra. Soy muy estricto en ese aspecto y no voy acaer en un error que critico», responde con prudencia a la pregunta de si iba a repetir como Tony Stark en la segunda entrega de «Los Vengadores» y en una posible cuarta de «Iron Man»: «A día de hoy puedo decir que estaría muy feliz si continuara y que me sentiría desilusionado y deprimido en el caso contrario. Pero no es el único personaje que tengo en mente. Hay más planes y más proyectos», declara, con lo que deja la puerta entreabierta. Acción, espectaculares efectos especiales, sorpresas en los créditos finales y un cameo, el de Stan Lee, creador del personaje de Marvel, que los fans agradecerán.

Paltrow, la más bella y odiada

En una semana ha copado varias listas y en ninguna de ellas sale precisamente bien parada, pues en el «ranking» de las celebridades más odiadas ocupa el primer puesto y el segundo, según la publicación que elijas, dicen, que, sobre todo, debido al obsesivo interés que tiene por su cuerpo. Además, escribe libros de cocina (ya va por el segundo), tiene una familia modelo y habla español. Vamos, como para despertar envidias. Con todo, el título no ha afectado mucho a la novia de Iron Man, que esta semana acapara la portada de «People» como la actriz más bella del mundo. Una de cal y otra de arena. La intérprete asegura que en casa está «en vaqueros y una camiseta», por lo que no se siente especialmente glamurosa. Eso dice ella.

EL DETALLE

¿Quiere uno para casa?

Disney, a través de Hasbro, pondrá a la venta con motivo del estreno de la tercera entrega de la saga 16 líneas de producto diferentes, entre las que destaca la denominada Assemblers (a partir de 27 euros), con un sistema de armaduras que permite intercambiar las diferentes piezas entre figuras para crear cientos de combinaciones. Además, los seguidores del superhéroe tendrán un coleccionar: desde las pequeñas de

9,5 cm (en la imagen inferior) a figuras electrónicas y hasta un Iron Man gigante de 40 cm.