Madre desnaturalizada

Hemos vuelto atrás en el tiempo. Cuando nos hemos enterado de que en Pilas, una pequeña localidad sevillana, ha sido descubierta una madre que al parecer guardaba los restos de dos de sus bebés en el congelador, hemos viajado cien años atrás, cuando las madres solteras daban a luz en el cuarto de baño, solas, avergonzadas y luego alguna daba muerte a su bebé escondiéndolo en el armario de la ropa blanca.

S., la madre presunta autora de este hecho, es una mujer de 35 años, madre de otros hijos adolescentes. Está considerada una buena persona, algo retraída, callada, pero buena madre y esposa. Durante mucho tiempo ha convivido con sus hijos en el congelador hasta que el padre decidió limpiar los electrodomésticos.

Esto de ocultar a los hijos recién nacidos ya no ocurría en España. De vez en cuando se sorprendía a alguna pareja extranjera que, forzada por la miseria, llevaba a cabo un abandono o un homicidio. Una de las últimas veces que sucedió en nuestro país fue en la calle Antonio Grilo, en el centro de Madrid, a unos centenares de metros del Ministerio de Justicia, en la misma finca donde antes se había producido el misterioso asesinato de un camisero. Allí fue hallado un niño en el armario de la ropa blanca. La hermana de la inquilina había tenido un desliz y se había quedado embarazada. Desesperada decidió asfixiar a la criatura y esconderla hasta que su hermana lo encontró.

En mi opinión, que soy remiso a aceptar la locura como principal causa del crimen y creo firmemente que los locos matan poquísimo, en el caso de las madres que atentan contra sus bebés concedo desde el primer momento el beneficio de la duda. Es muy probable que una madre que ataca a su recién nacido lo haga porque ha perdido el oremus. Esto es que sufre algún tipo de trastorno mental que debe valorar un especialista. Dar muerte a un bebé es siempre un hecho horrible que precisa de condiciones muy especiales, pero en el caso de que la agresora sea la misma que lo ha parido precisa que pierda el instinto maternal y olvide lo que le ha costado traerlo al mundo.

En este caso la sociedad ha fallado porque ha sido incapaz de comunicar a la madre angustiada que hay salidas para hacerse cargo del bebé, que no es preciso deshacerse de él, que puede y debe ser atendido. Por si faltara poco, S., cuando ha sido descubierta, estaba en un avanzado proceso de gestación y ha dado a luz al que sería su quinto hijo, una niña. Como una de las mujeres de antes, S. logró engañar a todos disimulando sus embarazos. Cosa que si es un poco gruesa y sufrida se logra con cierta facilidad .Lo que es peor es dar a luz sin ayuda de nadie, disimular el parto, deshacerse del cuerpo del delito y vivir como si nada hasta el nuevo embarazo. S. era cuidadora en un centro de mayores y ocultó su estado hasta que lo descubrieron en la cárcel de Alcalá de Guadaira. La gente le echa la culpa a la crisis, que la tiene, pero también al hecho de que somos incapaces de aprender de nuestro pasado.