Los Ángeles
Mucha tela que cortar: Un tándem que seduce a París
Alvarno, diseñadores de moda
Al otro lado del teléfono, alguien insiste: «Tienes que ir, he visto la colección y te puedo decir que es de lo mejor que he visto». Y uno se fía, entre otras cosas, porque quien llama nunca vende humo. Estaba en lo cierto. Los Alvarno llegaron en 2009 para quedarse. No tenía mucho sentido llamarles diseñadores emergentes. No lo eran. Tanto Álvaro Castejón como Arnaud Maillard tenían a sus espaldas mucho cosido. El navarro colaboró con Oscar de la Renta, siguió al dedillo las instrucciones de Mc Queen y coordinó el estudio de Fendi. El francés, fue la mano derecha de Lagerfeld durante 15 años y se empapó de la esencia mediterránea en el equipo de Sybila.
Se fusionaron en Alvarno, una firma «made in Spain» que desde aquel primer desfile pisó fuerte. Sin escándalos o artificios. Sólo con lujo en el patronaje, en las telas, en las ideas. Costura de la que no queda. Aquella tarde dejaron perplejos a quienes vieron cómo jugaban con los chalecos acolchados con bordados en cristal. Universos encontrados que casan a la perfección.
Han pasado tres años desde entonces. Alvaro y Arnaud miran aquella puesta de largo mientras entre sus manos tienen los bocetos de la próxima colección de Azzaro, la casa francesa que les fichó a comienzos de este año. Cosa rara que una firma de alta costura fiche a unos diseñadores españoles como directores creativos. En la memoria, sólo Cristina Ortiz tuvo la dicha de trabajar al frente del prêt-à-porter de Lanvin, de 1998 a 2002.
Pero no se piensen que todo es coser y cantar. Más bien, lo contrario. Pico y pala. No dejarse llevar por los focos de la pasarela o por invitaciones que pasan por un desfile efímero en Nueva York que no lleva a ninguna aparte. La moda es empresa. Y los Alvarno una pyme que funciona. Por el trato exclusivo a la clienta, por sus piezas únicas. «Atrás hemos dejado vida personal, vacaciones, algunos caprichos... Pero tenemos claro que ésta es nuestra forma de vida, no hemos renunciado a más que un deportista de élite a cambio de un triunfo», detalla Castejón.
Todo hace que las cuentas cuadren, huyendo de los aspavientos. «De momento no hemos conquistado nada. Sólo hemos hecho nuestro trabajo», comentan.
Por eso, ahora que viven parte de sus días entre los aeropuertos de Madrid y París («me conozco mejor la T-2 y la T-4 que la línea de autobuses del barrio», bromea Arnaud), van con más pies de plomo. Sobre todo, si alguien les plantea pensar en quince años vista. «No nos da vértigo, más bien nos genera esa sensación de tener mariposas en el estómago por ponerte manos a la obra con algo que te gusta, con un proyecto que nos invita a superarnos», comenta Castejón sobre Azzaro. «Lo estamos viviendo con mucha calma, como hemos hecho todo hasta ahora: poco a poco, sin precipitarnos», completa Maillard, que garantiza la continuidad de Alvarno como firma independiente a la casa gala. En España veremos un estilo joven con ese toque arquitectónico inconfundible, mientras que en Francia buscan ya la manera de revitalizar una marca con un fondo de armario más que interesante para las mujeres de la «jet-set».
Y para la alfombra roja. Esta semana en Los Ángeles sólo se hablaba del vestido de transparencias más que sugerentes que la actriz Jaimie Alexander paseó en el estreno de la segunda entrega de «Thor». De impresión. Y es que, a los Alvarno les queda mucha tela que cortar.
Currículum
Dónde y cuándo: Álvaro nació en Pamplona en 1971; Arnaud nació en Dijon (Francia) en 1970.
Trabajo: tienen su propia firma de moda, Alvarno, desde 2009 con sede en Madrid.
Presente: en junio de 2013 se daba a conocer que asumían la dirección creativa de la casa francesa Azzaro.
Futuro: su primer desfile en París está al caer.
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