Por encima de Pisa

Visitamos un colegio de Madrid cuyos resultados están a la altura de los países que encabezan la lista de evaluación educativa

¿Por qué un niño no es capaz de resolver un problema de Matemáticas? Puede, simplemente, que no entienda el enunciado. Y esto puede que no le suceda sólo con las Matemáticas, también con Lengua, con Conocimiento del Medio, con cualquier libro... Entender lo que se lee es básico para el aprendizaje. Y al final, si un alumno percibe que le cuesta asimilar los conceptos, que no es capaz de seguir el ritmo, se desmotiva, acaba acumulando una larga lista de fracasos no superados... Y abandona los estudios. Y todo por no haber sentado los cimientos del aprendizaje en Infantil y Primaria, un período clave para el aprendizaje, insiste Nerea Azpitarte, directora del colegio público Infantas Elena y Cristina de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Su centro, con 410 alumnos de Infantil y Primaria y 34 profesores se ha convertido en un referente en la aplicación de medidas que mejoran el rendimiento del alumno y supone un ejemplo del porqué los estudiantes de Madrid están a la cabeza de España en comprensión lectora en el informe PISA y también en los primeros puestos en Ciencias y Matemáticas a la altura de los países mejor posicionados en el ranking mundial, como Australia o Noruega.

¿Cuándo empezamos a entender lo que leemos? ¿Cómo se aprende? «Entre los tres y los cinco años, los niños comienzan a descifrar los fonemas, las sílabas, después las palabras, a continuación las frases. ¿Has visto la letra "m", María?, la llevas en tu nombre», cuentan los profesores a los niños para que se familiaricen con las letras. Y así, con cinco años, se pueden hacer dictados de frases enteras. A esta edad se empiezan ya a trabajar las habilidades metalingüísticas y los niños adquieren los cimientos de la lectoescritura con un proyecto propio del centro, explica la directora.

En este colegio todos los niños tienen un plan individual de apoyo a la lectura. Esto significa que todos los días leen de manera individualizada en presencia de un profesor que vigila su mecánica lectora. No hay comparaciones y cada uno lleva su ritmo. Las clases se desdoblan y en un aula de 24 se forman a la par dos grupos de doce alumnos. El tutor recibe el apoyo de otro compañero para que cada uno de los estudiantespueda recibir atención personalizada. Claro que, todo esto es a costa de que ningún profesor tenga horas libres.

Se apoyan unos a otros tanto en lectura como en Matemáticas, lo que ha permitido que una materia troncal como ésta se explique en grupos reducidos y se disparen los niveles de rendimiento en las pruebas de Conocimientos y Destrezas Indispensables (CDI) para medir el rendimiento de los alumnos.

Pero las cosas no siempre marcharon igual en este centro madrileño. Hace cuatro años estuvo a punto de cerrarse. Era un colegio desconocido en San Sebastián de los Reyes, no está en ninguna zona de paso, apenas tenía alumnado y contaba con una alta tasa de inmigración. Cuatro años después, es uno de los colegios más demandados en esta localidad del norte de Madrid.

Todo empezó a cambiar a raíz de que la dirección y el profesorado del centro se dedicó a analizar por qué los niños obtenían tan malos resultados en las pruebas CDI de la Comunidad de Madrid que determinan el nivel de conocimiento en 6º de Primaria. Fallaban en ortografía, comprensión escrita, cálculo mental, tampoco sabían resolver bien los problemas matemáticos aunque estas pruebas o evaluaciones aparentemente eran sencillas.

También fallaban en expresión escrita.

Tras un análisis real y profundo el centro optó por recurrir a la Comunidad de Madrid para solicitar orientación y acabó implantando cuatro planes de mejora: ortografía y comprensión lectora, expresión escrita, cálculo mental y resolución de problemas. Cuatro áreas en las que los profesores del centro se han volcado a la hora de diseñar su programación para cada curso académico. Además, las acciones se han visto implementadas con un plan de mejora del rendimiento académico, obligatorio este curso para todos los centros de la región.

Así, el centro ha ido observando cómo la curva de resultados, en lugar de caer en picado ha ido progresivamente remontando y enderezándose hasta mejorar la media. Hoy, cuatro años después de desarrollar sus proyectos, el colegio, que también es bilingüe, recibe felicitaciones hasta del Trinity College por el nivel de inglés que tienen los alumnos.

Este resultado, en tan sólo unos pocos años, es que un centro con apenas alumnos ha pasado a ser un colegio estable con una alta demanda, con un estudiante de clase media y con familias en las que los dos padres trabajan y están muy implicadas en la educación de sus hijos. Existe un alto índice de abuelos o cuidadores que recogen a los alumnos. La mayoría pagan el servicio de comedor y más de la mitad de los niños, más de 200, se queda a clases extraescolares después de la enseñanza reglada, lo que indica que un alto porcentaje de padres trabaja. El centro no se plantea la jornada continua, precisamente por esta circunstancia. Además, es un colegio de integración preferente de alumnos con TGD (autismo).

«Cada uno debe analizar su situación, ver sus puntos fuertes y débiles. La excelencia es buscar lo mejor para la situación que tiene cada uno de los centros escolares. Eso es lo que nosotros hemos hecho», dice con convencimiento y entusiasmo la directora, que todos los días dedica al menos dos horas de su tiempo a responder a los correos de los padres que le plantean distintas situaciones.

La tecnología también ocupa un lugar importante. A veces se tiende a utilizar el libro de texto como única herramienta. La idea es que se convierta en un recurso más, pero no el único. Los tiempos han cambiado pero parece que se sigue enseñando de la misma manera Lengua y Matemáticas.

¿Cómo cambiar esta tendencia con niños que han nacido en la era digital? Además de disponer de web o pizarras digitales en las aulas, el colegio Infantas Elena y Cristina proporciona recursos educativos a los alumnos para que, a través de internet, puedan completar y ampliar sus conocimientos. También dispone de un servidor en red de archivos NAS donde los profesores cuelgan los recursos. Unos van aprendiendo de las experiencias de los otros y enriqueciéndose.

Lo último que se ha ideado es la creación de una red de blogs para compartir con las familias lo que se enseña a sus hijos y trabajar con ellos en casa. Se trataría más bien de un «diario de clase». Este centro bilingüe madrileño se ha creído el lema con el que se anuncia: «Working for quality» (trabajar por la calidad).

Texto de comprensión lectora

Madrid, 20 de septiembre

Querida tía Ana:

Espero que estés mejor del resfriado. Como te prometí, te escribo para contarte mi primer día en el colegio nuevo. Ha sido mejor de lo que esperaba. Estaba preocupada por ser la última en llegar al grupo, pero me han recibido muy bien y ya tengo amigos en clase. Tengo ganas de aprender muchas cosas. Me han contado que en el mes de marzo vamos a ir a un planetario para estudiar el cosmos.

Un beso.

Patricia

Responde a las siguientes preguntas:

1. ¿Qué enfermedad tenía la tía de Patricia?

2. ¿Por qué estaba preocupada Patricia?

3. ¿Fue tan malo como esperaba su primer día en el colegio?

4. ¿Cuándo visitarán el planetario?

5. ¿Qué se puede estudiar en un planetario?

Profesores y ahora también cuidadores

Los profesores son una pieza fundamental para el desarrollo del alumno y lo cierto es que ahora es una figura a la que se le exige muchas más funciones. Hace décadas sólo se esperaba que el docente enseñara a los alumnos lo que en teoría debían aprender; ahora, además, la sociedad les demanda unas funciones que van más allá de lo que es la enseñanza de la Lengua o de las Matemáticas. Se cree que deben estar pendientes de otras cuestiones que afectan al cuidado del niño, como es el hecho de que el niño no pierda la ropa en el colegio. «No somos cuidadores», se quejan en numerosas ocasiones los docentes. «No estamos para cambiar pañales», dicen los de 1º de Infantil cuando llegan los más pequeños y alguno de ellos se ha quedado rezagado a la hora de quitarse el pañal. El colegio Infantas Elena y Cristina de San Sebastián de los Reyes es consciente de la importancia de la figura del profesor, por eso la dirección pone especial interés en cuidar el clima entre los docentes y tratar de motivarlos con pequeños detalles que les recuerda, en momentos de crisis y recortes, el papel tan importante que juegan en la sociedad, verdaderos protagonistas de la educación en España.«El mal ambiente es muy fácil contagiarlo, pero el positivismo no lo es. En los momentos bajos, yo apelo a lo afortunados que somos por tener el trabajo más bonito del mundo y reflexiono con mis compañeros sobre el porqué estamos aquí en este colegio dando clases», dice su directora. «Lo que tratamos es que el profesor no se sienta solo, intentamos apoyarle y entre todos tratamos de dar soluciones a los problemas a los que se enfrentan. Entramos a sus clases si es necesario para darles ideas porque cuatro ojos ven más que dos».