Carlota Casiraghi se deja un dineral en la tienda del hotel de tus sueños

En un reducto de paz en la portuense localidad de Lamego, a orillas de río Duero, el descanso, la belleza, el deporte y el buen vino se dan cita para cautivar nuestros sentidos. El resort de lujo Six Senses Douro Valley se alza en la ladera de una montaña para dar cobijo a quienes, como la nieta de Grace Kelly, buscan un breakdetox.

La hija de Carolina de Mónaco y otras muchas celebridades del panorama internacional encuentran en Oporto un lugar para escapar del bullicio de la vida diaria. Un paraje en el que desconectar para volver a conectar. Y eso es precisamente lo que uno logra en Six Senses. Un hotel que pone al alcance del huésped los servicios de un amplio equipo de expertos que ofrecen su consejo en términos de belleza, nutrición y entrenamientos para volver a casa como nuevos. Cada uno de estos especialistas, previo diagnóstico físico y mental del cliente, trazan un programa personalizado que devuelve a nuestro cuerpo y mente el confort que la rutina desgasta.

El lujoso spa de Six Senses y su acogedor restaurante, con una amplia variedad de platos elaborados con una selección de productos cultivados en las inmediaciones del resort, son solo dos de las espectaculares instalaciones de las que Carlota Casiraghi pudo disfrutar durante su estancia en el hotel. En la primera hay muchos tratamientos de belleza que podemos reservar. En el desarrollo de estos se usan productos de la firma Biologique Recherche, cuya eficacia ha sido probada por muchos rostros conocidos. Esos productos están asimismo a la venta en la boutique de belleza del hotel. Y fue aquí donde Carlota Casiraghi hizo un gran desembolso de dinero. ¡Ahora ya sabemos cuál es uno de sus secretos de belleza mejor guardados!

Por si fuera poco, Six Senses Douro Valley ha puesto en marcha un plan de belleza holístico anti-aging Una iniciativa que trata de hacernos comprender que la belleza exterior tiene mucho que ver con la interior. Por eso, a partir de la más innovadora tecnología, los expertos del hotel estudian la profundidad de nuestro sueño, nuestros hábitos y necesidades alimenticias y construyen una dieta en la que los antioxidantes, los cereales de grano entero, las frutas y vegetales de cosecha propia y de temporada son los protagonistas. No se les escapa detalle y de hecho el tan en boga ayuno intermitente es uno de los pilares esenciales.

Además, en caso de que los nutricionistas consideren que el huésped necesita suplementación para compensar determinados desequilibrios vitamínicos, todo está disponible en el propio hotel. Se hace un seguimiento de la evolución del cliente con el fin de que al concluir su estancia sea capaz de percibir los resultados del programa tanto por dentro como por fuera. La piel luce suave, tersa y radiante. Atrás quedan la hinchazón, las ojeras y las sensaciones de pesadez y cansancio.