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Estos son los errores más comunes cuando se acude a un entierro

Un funeral es un evento donde hay que respetar la tristeza de las personas y vestir con un estilo sobrio y conservador. Hay que ser respetuoso con nuestro look y la forma de comportarse para no ofender ni llamar la atención de los asistentes

Funeral por la infanta Pilar de Borbón
GRAF2306. MADRID, 31/01/2020.- Margarita de Borbón y Carlos Zurita a su salida del funeral por la infanta Pilar de Borbón, este viernes en la Catedral de La Almudena, en Madrid. EFE/ MariscalMariscalEFE

Realmente no estamos preparados para despedirnos de la gente que queremos. Todos sabemos que la vida es un trámite pero a la hora de acudir a un funeral nos asaltan mil dudas, desde cómo dar el pésame hasta dudar de una vestimenta que esté acorde con los sentimientos de tristeza. Y es que la ropa es un componente más de nuestra personalidad y nunca deberíamos infravalorarla.

Si se va a asistir a un funeral religioso pero no está claro cómo se debe ir vestido, siempre habrá que asegurarse de si hay reglas de vestimenta preestablecidas, ya sea por la religión de la persona fallecida o por el protocolo que impere en el lugar donde se vaya a celebrar el sepelio.

El color que comúnmente se utiliza para un funeral es el negro, aunque el luto no es obligatorio en la mayor parte de las culturas occidentales. El código social marca que si no se tienen prendas adecuadas de ese color también se puede contemplar las gamas oscuras del gris, marrón o el clásico azul marino. Bajo ningún concepto es adecuado vestir colores muy llamativos como naranja, rojo o estampados estridentes. Los colores transmiten emociones, y lo último que desea ver alguien que está pasando por un duelo es ver tonalidades alegres.

Aunque la ropa sea negra, no es momento para lucir atuendos de fiesta (nada de brillos, lentejuelas, escotes pronunciados o vestidos demasiado cortos). La sensualidad no entra aquí: un sepelio es un acto de dolor, y aunque el finado no sea alguien cercano nuestro, debemos empatizar con el sufrimiento emocional y la pérdida que puedan estar sintiendo muchos de los asistentes. La empatía marca discreción, modales tranquilos y evitar llamar la atención.

La solemnidad tampoco se da la mano con accesorios llamativos; tacones altos, bolsos grandes o informales, pieles y pamelas, ojos ahumados de pasarela… es mejor que sobresalga la sencillez.

Los hombres

Los trajes apropiados para los varones son los formales oscuros, como un azul marino o gris pizarra. El luto impone corbata negra u oscura, sin lunares ni rayas y una camisa seria, sin cuadros ni colores. Zapatos y calcetines tienen que ser negros igualmente.

No es adecuado presentar los respetos por un fallecido vistiendo camisetas, deportivas, pantalones cortos y viseras. Aunque sea verano, no son apropiadas las chanclas ni las sandalias.

Funeral de Doña Pilar de Borbón

Parece sencillo en teoría pero en la práctica no lo es tanto y buen ejemplo de ello lo hemos visto este viernes en la misa de homenaje que rindieron a Doña Pilar de Borbón, hermana del Rey emérito Juan Carlos.

En este sepelio celebrado para familiares y amigos cercanos, se ha podido ver las diferentes maneras de encarar la vestimenta. La ex nuera de la Duquesa de Badajoz Laura Ponte acudió con un pantalón azul marino, jersey blanco, zapatos marrones y una mochila. Cara lavada y pelo recogido con una coleta improvisada.

Muy distinto era el atuendo de Andrea Pascual. La actual esposa de Beltrán Gómez- Acebo vestía un completo negro con zapatos de salón y bolso de charol también negros. Lucía un maquillaje sobrio y una melena perfectamente pulida.

Laura Ponte y Andrea Pascual. Europa Press Reportajes / Europa Press
Laura Ponte y Andrea Pascual. Europa Press Reportajes / Europa PressEuropa Press ReportajesEuropa Press

Aunque la comparación sea obvia, por desgracia quien ha acaparado toda la atención ha sido la presentadora Susanna Griso ya que tuvo a bien lucir una blusa transparente con pantalones de cuero. Y una ropa interior también oscura que quedó evidenciada con los flashes de los fotógrafos. Los funerales no son pasarelas de moda y lo mejor, siempre, es no llamar la atención por verse inapropiada.

Susanna Griso. Europa Press Reportajes / Europa Press
Susanna Griso. Europa Press Reportajes / Europa PressEuropa Press ReportajesEuropa Press

Otro ejemplo de atuendo inadecuado se vio durante la capilla ardiente que se instaló en el patio de cristales de la Casa de la Villa cuando falleció el socialista Pedro Zerolo.

Dirigentes de distintas formaciones y numerosos ciudadanos anónimos desfilaron para rendir homenaje a una de las personas que forman parte de la historia política de nuestro país. Todos correctamente enlutecidos, menos el actual presidente Pedro Sánchez, con una corbata y un pantalón entallado totalmente fuera de lugar. La elegancia radica en saberse comportar para estar a la altura de lo que se espera de nosotros en cada una de las circunstancias a las que acudimos. Nunca es bueno convertirse en la comidilla de un entierro y menos por la ropa que llevamos puesta.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, acompañado de la socialista Trinidad Jiménez a su llegada a la capilla ardiente
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, acompañado de la socialista Trinidad Jiménez a su llegada a la capilla ardientelarazon

Comportamiento

  • Un funeral requiere de un absoluto respeto, pues nunca se sabe cuando puedes ofender a alguien con alguna actitud perdonable en cualquier otra ocasión (un bostezo o un whatsapp furtivo pueden herir aunque haya sido un gesto de segundos).
  • La puntualidad a un entierro es la mejor manera que podemos tener de mostrar respeto por el fallecido y sus seres cercanos. Si acudimos al funeral de alguien cuya familia no nos conoce, hay que presentarse con nombre y apellidos y dejar clara cuál era nuestra relación con el difunto.
  • Aunque sea liberadora, y estemos hablando de anécdotas del finado, hay que tener mucha precaución al reírse. Cuidado con las carcajadas y la risa nerviosa.
  • El móvil en silencio, siempre. Si hubiese que hacer una llamada, lo mejor es salir fuera para poder hablar con calma. Y no acudir con niños, por favor. Los más pequeños pueden no entender ese ambiente de tristeza y contrarrestarlo siendo más traviesos. Una vez más, la empatía y el respeto son la clave.