La Netiqueta en la cuarentena

Las redes sociales nunca habían sido tan importantes como lo están siendo estos días de confinamiento en casa: nos informan, nos entretienen y nos conectan con amigos y seres queridos. Pero por otro lado, están surgiendo como setas los ciber chungos a los que nunca habíamos hecho caso: trolls, haters y gente dispuesta a amargarnos el encierro con sus frases llenas de odio y desprecio.

Seguramente has oído hablar del discurso del odio en internet y de los comentarios vejatorios en redes o blogs. Y es que las redes contribuyen a expandir los sentimientos, tanto los buenos como los malos.

Muchas personas creen aún que amparándose en la falsa seguridad que da una pantalla son “inmunes” y pueden decir lo que se les pase por la cabeza sin poner filtro y no es así. Y esta sería la primera verdad: somos lo que escribimos.

Para saber cómo comportarnos en la red existe la Netiqueta, término que proviene del inglés net (red) y del francés ettiquete (etiqueta, comportamiento). Para decirlo en pocas palabras, son las reglas que todos deberíamos seguir para comportarnos adecuadamente en línea.

El ciberespacio es una cultura en sí misma, con sus reglas y normas no escritas y si no las conocemos, podemos cometer errores y incluso ofender sin proponérnoslo. O malinterpretar lo que los demás dicen sin que fuese esa su intención. Al final, no tenemos que olvidar que aunque sea por medio de palabras, estamos interactuando con seres humanos reales. En internet convivimos muchos usuarios y nuestro principal objetivo debe ser divertirnos con los mejores problemas posibles.

¿Qué tips podemos seguir para no perder los nervios en tiempos del coronavirus?

¿Le dirías eso a la cara?

Trata a las personas con respeto y mide las palabras que escribes. Aunque creemos que hablamos con desconocidos, trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti. Además, puede que lo que estás escribiendo algún día se vuelva en tu contra.

Compórtate como si tuvieras a la otra persona enfrente

Aunque parece que en el ciberespacio las posibilidades de ser descubierto parecen remotas, no es así; cada vez hay más denuncias que llevan a detenciones en la vida real. Y aunque no sea así, esa famosa a la que insultas también tiene sentimientos y le puede doler leer tanta ofensa gratuita.

En las redes eres juzgado por la calidad de tu escritura no por tu edad o peso. Cuando no puedes mirarte a la cara, la ortografía es tu carta de presentación. Recuerda que escribir en mayúsculas se considera gritar y por ello, de mala educación (Una pequeña parte en mayúsculas sí que sirve para enfatizar una idea).

Es cierto que cada vez escribimos peor a través de los móviles, y que pensamos que podemos decir cualquier cosa y de kualkier mnra.

TamPOcO eS cÓModO LeEr lOs meNsAjES dE eStE tIPo.

Ni

Mandando

Una

Palabra

Cada

Vez

Utiliza una buena redacción, sencilla, agradable y educada en tus textos y coherente con la información que pretendes transmitir para que esta no sea distorsionada.

Ten cuidado: en la red, eres lo que compartes. Y aunque luego te arrepientas y borres un post, foto o comentario, siempre queda un rastro digital que puede inculparte o acarrearte problemas. En algunas situaciones que todos conocemos, hasta despidos en el trabajo. Te retratas con toda la información que ofreces.

Hay que tener en cuenta que en internet la línea entre lo privado y lo público es mucho más delgada y cualquier información que se publica, aunque se trate de un contenido privado, es susceptible de ser accesible por todos

Enseñemos a nuestros menores

Quizá esta situación en los que nos toca convivir con la familia y sacar lo mejor de nosotros mismos es el momento ideal para enseñar cortesía en el mundo digital a niños y jóvenes. Usar palabrotas e insultos no les hace más molones. Es cierto que muchos menores digitales de hoy en día no ejercen ningún tipo de modales o empatía con los demás; en lugar de reseñar sus fallos, podemos actuar para ayudarles a mejorar.

Comparte el conocimientos de expertos

Todos estamos recibiendo mil vídeos, textos y noticias falsas y de supuestos médicos o incluso del Gabinete del Gobierno. Intentemos no divulgar rumores o noticias sin sentido que aumenten aún más el desasosiego y la impotencia que sentimos estos días. Por otro lado, Internet es una gran herramienta para enseñar lo que sabes. Es impresionante la solidaridad de gente que está ofreciendo en Instagram, por ejemplo, clases gratis de cocina, de juguetes para gatos o de aprender a pintar con acuarela. Aprovecha para cultivar aficiones que el día a día normal no te ha dejado desarrollar.

No fomentes las discusiones

Es mejor ser prudente que acabar discutiendo a muerte con desconocidos. Aunque pueda parecer una tontería, pelearnos ahora mismo por partidos políticos (por ejemplo) dispara en nuestro cerebro la hormona de estrés, el cortisol. Y sin poder salir de casa a desfogarnos, es una tortura inútil. Es mejor ser prudente en las discusiones, pasar de esa persona (todos tenemos un cuñado alrededor) o incluso, y por salud mental, borrarlo de las redes.

Respeta la privacidad de los demás

Estamos confinados, quizá en grupo. Si compartes el ordenador con otras personas, o tu pareja deja el teléfono en el sofá, respeta su privacidad. No leas correos ajenos ni entres en su whatsapp. Es de primero de consideración.

No seas don perfectín

Todos nos equivocamos y nunca deberíamos juzgar a alguien por sus fallos. Cuando alguien comete una falta de ortografía falta tiempo para ver a otro corrigiéndole y echándole el error en cara. En todo caso, ayudemos por privado o seamos corteses diciendo las cosas, sin mostrar prepotencia.

El uso de emoticonos

Hay que tener en cuenta que muchas veces tú quieres decir una cosa y la otra persona interpreta otra distinta. Sin lenguaje gestual la ironía es difícil de captar. Si queremos complicidad, podemos usar emoticonos, sin que estos sustituyan a la frase.

Respeta los tiempos

“¿Qué estará haciendo que no me contesta?” “Hay un doble check y me deja en leído”. Pues no. No recibir una respuesta inmediata no significa que te estén ignorando. Aunque esté en casa no significa que no esté jugando con sus hijos, cocinando o echándose una siesta.

Cita las fuentes

Dice el refrán que es de bien nacido el ser agradecido. Y si ese atardecer tan estupendo que pones en tus stories tiene dueño, cítalo.

Nunca la Netiqueta ha sido tan importante como en estos días.