Entrevista

Jesús Gil: “Mi padre fue un genio de la empatía y la comunicación”

El consejero delegado de GILMAR repasa su trayectoria profesional y su vida personal

Jesús Gil y Nasrin Zhiyan.
Jesús Gil y Nasrin Zhiyan.Nasrin ZhiyanLa Razón

Expansión, formación, rigor profesional e innovación tecnológica constantes. Este parece ser el secreto del éxito de la inmobiliaria GILMAR. Con 37 años de experiencia, este grupo empresarial se ha convertido por derecho propio en el referente del sector inmobiliario. Después de varias crisis (no solo la última que todos recordamos), GILMAR ha demostrado que la seriedad está por encima del oportunismo. Por eso acumulan en su currículo más de cien mil clientes que han confiado en ellos… y repiten.

Detrás de esta marca hay dos personas cuyos apellidos conforman el acrónimo de GILMAR,Jesús Gil y Manuel Marrón, un “matrimonio bien avenido” desde hace más de seis lustros, como se definen los dos artífices de esta empresa que empezó con un grupo de cuatro o cinco personas y ahora cuenta con casi 400 profesionales, entre trabajadores y colaboradores, en 35 equipos comerciales distribuidos en Madrid, Andalucía y Canarias. El año pasado, Gilmar inauguró oficinas nuevas en Cádiz, Madrid Río, Las Palmas de Gran Canaria y Las Rozas de Madrid. Este año, ya están trabajando para abrir las puertas de una nueva sede comercial en la ciudad de Málaga, otra en pleno Paseo de la Castellana… y seguir detectando oportunidades de inversión en otras zonas de España. A esto se suma su apuesta decidida por incorporar las últimas tecnologías para mejorar su efectividad y, por ende, la experiencia del cliente en su interacción con esta empresa sinónimo de lujo inmobiliario.

En total, GILMAR tiene en venta más de 4.100 activos inmobiliarios, sumando viviendas de obra nueva y segunda mano (en compra o alquiler), locales comerciales, edificios, suelo, fincas rústicas… Y un exclusivo y personalizado servicio posventa que permite una relación empresa – cliente que trasciende al cierre de la compraventa.

La línea de responsabilidad social corporativa que sigue GILMAR se basa en una idea tan básica como admirable: “Pensamos que las empresas tienen la ‘obligación’ (moral) de devolverle a la sociedad parte de los beneficios obtenidos en su actividad comercial. Nuestra empresa forma parte del tejido social de los lugares en los que tenemos oficina y, desde el principio, nos esmeramos en conectar con la gente apoyando actividades o iniciativas sociales, culturales o deportivas que mejoren la calidad de vida en nuestro entorno”.

Ahora están potenciando varias líneas decisivas para la expansión del negocio. Los departamentos de Internacional, Relaciones Institucionales, Marketing digital, fondos de inversión, suelo… Poner a la venta una casa con Gilmar supone estar en los escaparates (físicos y digitales) de las principales inmobiliarias de unos 20 países. Las cifras de esta empresa hablan por sí mismas, pero también nos gusta hablar de las personas. Por eso hoy en nuestro centro de estética Massumeh, hemos querido hablar con uno de los consejeros delegados de Gilmar, Jesús Gil Marín.

P.- “Enhorabuena Jesús, Gilmar cumple 37 años ¿Cómo ha evolucionado el mercado inmobiliario en estos años?”

R.- ¡Muchas gracias! El mercado inmobiliario es un sector muy movido y como tal, ha tenido épocas muy buenas, buenas, malas y de graves crisis, tanto a nivel nacional como internacional. Pero de todas ellas se saca siempre algo positivo.

En la actualidad, después de unos años de estabilización de precios, creo que la opción inmobiliaria sigue siendo la preferida para los inversores que buscan rentabilidad y seguridad. Ahora vivimos una época histórica en cuanto a la profesionalización del sector. Esto en Gilmar se traduce en una mejor atención al cliente, en la excelencia y exclusividad en el servicio que recibe cualquier persona que confíe en nosotros.

P.- ¡Enhorabuena también por el reconocimiento de sello de Calidad Madrid Excelente!

R.- Llevamos más de cinco años renovando esta certificación oficial. Es la marca de garantía de la Comunidad de Madrid, que certifica la calidad y excelencia en la gestión empresarial. Entre otros premios y distinciones, Gilmar recibió el año pasado el premio a la Mejor Inmobiliaria del diario La Razón. También hemos recibido el premio a la ‘Mejor Transformación Digital’ del Instituto para la Gestión del Cambio IMm… E incluso el premio Capital a la ‘Felicidad en el trabajo’. Una de nuestras principales preocupaciones como empresa es que nuestros empleados y colaboradores sean” FE LICES ” trabajando en GILMAR.

P.- ¿Cómo ha influido tu padre en tus negocios?

R.- Yo diría que mucho y permanentemente. Desde muy pequeño, cada mañana me pegaba a él y no me perdía ninguna de las conversaciones que tenía desde muy temprano, con sus empleados, clientes, proveedores, acreedores, otros empresarios etc. Aprendí mucho de él, tanto de las épocas boyantes como de las malas. Sinceramente, creo que ha sido un genio de la empatía y la comunicación, siempre lleno de optimismo.

P.- ¿Destacarías algún buen consejo que te dio para los negocios?

R.- Trabajar duro siempre y no cesar nunca en el intento de algo en lo que crees, que nada es imposible. Siempre me escuchaba, para cualquier proyecto que tuviese. Pero, sobre todo, de él aprendí que LA PALABRA O EL COMPROMISO es un bien que te puede acompañar el resto de la vida y que, cuánto más se trabaja, más suerte se tiene.

P.- ¿Qué recuerdos tienes de tu padre?

R.- Muchos y muy buenos, gracias a Dios. Mi padre era un tipo en el que te tenías que fijar a la fuerza, aunque no quisieras. De alguna manera, era una referencia obligada, no era indiferente para nadie que le conociese, para bien o para mal. Toda mi vida le he visto trabajando, le recuerdo con muchísima ilusión desde por la mañana, creando cosas, ya fuera con proyectos nuevos o para defenderse. Él siempre tenía la seguridad de que lo que iba a emprender terminaría como lo imaginaba, y esa fuerza, confianza e ilusión le proporcionaban llegar a muchos sitios. Mi padre tenía una vitamina especial para levantarse con ilusión. Y yo le admiraba mucho.

P.- Durante 14 años fuiste el vicepresidente de Atlético de Madrid ¿Qué recuerdos tienes de esta época?

R.- La verdad es que muchos y de gran intensidad. Por citar uno muy especial, cuando ganamos el doblete. Pasear por la castellana con todos los atléticos ese día debe ser lo más parecido a tocar el cielo. Fue una época en la que, entre otras cosas, aprendí de los riesgos y beneficios que tiene dedicarse a algo que trasciende a diario en los medios de comunicación.

P.- ¿Te pones de mal humor cuando tu equipo pierde?

R.- Obviamente me afecta, pero ya no me hace tanta pupa. No me pierdo ningún partido, pero desde que murió mi padre no he vuelto a ir al campo, lo veo en casa, con una ‘concentración’ previa para ello.

P.- Tu hija Rocío es modelo ¿Te ayuda en los negocios?

R.- Rocío es actualmente la responsable de Relaciones Institucionales de GILMAR, cargo que creo está desarrollando francamente bien. La verdad es que ya voy a determinados eventos con ella, tanto privados como oficiales, y casi me reconocen por ser el padre de Rocío Gil… (risas). Además, es la responsable de gestionar varios clientes especiales para operaciones con fondos, etc. Rocío tiene mucha fuerza, es imparable y creo que llegará a ser muy grande en los negocios. El tema de la moda le gusta también y lo tiene un poco como hobby, le divierte y a mi me parece bien.

P.- Fuiste alcalde de Estepona ¿Qué recuerdos tienes de esta época?

R.- Fueron unos años muy intensos, marcados por un inicio con mi padre al frente y un grupo de personas con mucha ilusión por crear un modelo diferente de gestión y gobierno.

Estepona lo considero mi segundo hogar, allí pasamos las vacaciones de verano y desde entonces, procuramos no perdernos tampoco la Semana Santa, tradición antes desconocida para mi y de la que disfruto con mucho afecto y devoción. Hicimos grandes cosas que lógicamente aún permanecen, y por ellas nos recuerdan. Todavía hoy la gente me para por la calle para darme las gracias por esos cuatro años de Gobierno.

Y lo más importante, conservo grandes amigos. Hoy, precisamente, vengo de allí, de enterrar a la madre de un entrañable amigo en un maravilloso cementerio, con unas vistas espectaculares, que tuve el honor de llevar a cabo durante mi mandato.

P.- ¿Echas de menos la política?

R.- En absoluto. Y además creo que hoy cotiza muy a la baja ser político y solo recuerdo como gran diferencia que en mi época se pagaba un precio muy alto por mentir.

P.- Estepona ha crecido muchísimo. Es una joya ¿Cómo serán las cosas en cinco años?

R.- Estepona es la demostración de lo bien que puede funcionar todo si la Administración cumple con su función de acompañar, y no de bloquear. Es el ‘jardín’ de la Costa del Sol y ofrece una calidad de vida comparable con pocas localidades del mundo.

En cinco años se habrá desarrollado mucho suelo, pero con cabeza, y será -ya lo es- uno de los exponentes en la oferta de vivienda de obra nueva en España.

P.- ¿Cuáles son tus planes de negocios?

R.- Gracias a Dios, Gilmar funciona estupendamente bien. Mi plan de negocio es continuar así, creciendo con ilusión y aprendiendo cada día. Consolidar Gilmar como referencia en el mercado inmobiliario y seguir formando magníficos profesionales, que sigan siendo reconocidos en el sector por su valía.

P.- ¿Dónde váis a abrir nuevas oficinas?

R.- Próximamente abriremos una en pleno Paseo de la Castellana, en Plaza Cuzco, pero quizá la mayor apuesta sea la que estamos a punto de inaugurar en Málaga capital, una preciosa oficina, frente a la emblemática Catedral de la ciudad.

P.- ¿Cómo afecta el medio ambiente a tu negocio? ¿cómo defines desarrollo sostenible?

R.- El medio ambiente es algo cada vez más demandado por la sociedad en general y la juventud en particular. Todos somos conscientes del deterioro que está sufriendo el planeta y es evidente que los recursos son limitados. Creo que ya se está consiguiendo la concienciación y eso es el primer paso para buscar la solución. En cuanto al desarrollo sostenible, aunque depende del país y los medios, es un objetivo que debe presidir la evolución del ser humano.

P.- Cada vez vienen más turistas a las costas ¿Qué opinas?

R.- Nos encanta que vengan turistas. Es la demostración fehaciente de que España sigue siendo uno de los primeros puntos de interés turístico en todo el mundo. Muchas veces nos hace falta que venga gente de fuera para recordarnos lo maravilloso que es este país, no solo nuestras costas.

Cuantos más turistas vengan, más personas tendrán la oportunidad de descubrir las magníficas oportunidades de inversión que tiene GILMAR.

Como sabes, Gilmar tiene tres oficinas comerciales en la Costa del Sol (Marbella, Puerto Banús y Estepona) y en pocos meses abriremos la cuarta en la ciudad de Málaga. Además, contamos con otras dos, una en Sevilla y otra en la urbanización Vistahermosa (Puerto de Santa María, Cádiz). Nuestra apuesta por Andalucía es clara.

La calidad de vida que ofrece la costa española no tiene comparación. Tanto en infraestructuras viarias y de servicios (sanidad, ocio, deporte, hostelería, hoteles…) como en clima, seguridad o transportes. Creo que vivimos en un país privilegiado que ya es referente en todos estos aspectos. Por eso veo lógico que la costa española sea -y siga siendo muchos años- uno de los puntos de interés turístico mundiales.

P.- La imagen es importante. Cuéntanos cómo te cuidas

R.- Trato de cuidar mi alimentación y hago deporte. Cuando puedo, algún masaje para relajarme.

P.- ¿A qué centro de estética acudes?

R.- Suelo ir a un centro de Shiatsu en Madrid. Y por supuesto, ahora que he descubierto MASSUMEH, estoy encantado.

P.- Con qué frecuencia (¿cada mes?)

R.- Menos de lo que me gustaría.

P.- ¿Qué cremas y qué marca utilizas? ¿Eres constante?

R.- Massumeh, claro. Lo intento.

P.- ¿Vas a un gimnasio?

R.- Lo tengo en casa, hago gimnasia cada mañana (cinta, elíptica, pesas…) además de Pilates tres/cuatro veces por semana. En eso sí soy muy constante, es lo que me permite comenzar bien el día.

P.- ¿Practicas algún deporte?

R.- He practicado muchos (esquí acuático, pádel, golf…) Pero mi gran pasión es montar a caballo.

P.- ¿Cuidas tu alimentación?

R.- Intento llevar una alimentación sana y equilibrada. Mi mujer me ayuda a ello.

P.- La vida privada siempre esconde secretos. ¿Cuál es la afición que te ayuda a desconectar de tu día a día?

R.- Perderme en el campo a caballo y con mis perros. Las plantas, regar, todo lo que tenga que ver mucho con la naturaleza… Y nada con los humanos (risas).

P.- ¿Desde cuándo crías caballos?

R.- Desde siempre. Criamos caballos de pura raza española (PRE) con grandes éxitos; de hecho, algún campeón de campeones en México, Guatemala y Nicaragua son o han sido de nuestro hierro. Empezamos en Los Ángeles de San Rafael y tenemos la yeguada Valdeolivas desde 1985. Es una afición que comparto sobre todo con mi hermano Miguel Ángel que, como buen veterinario, le ha apasionado la reproducción siempre.

P.- También crías perros y aves…

R.- Sí, me encanta. En casa tenemos animales de muchas especies distintas: perros, caballos, faisanes, patos...

P.- Si tuvieras que escoger un único libro de tu biblioteca, ¿cuál sería y por qué?

R.- Me gusta leer sobre tecnología y proyectos innovadores, pero -sobre todo- leo todo lo que llega a mis manos sobre naturaleza, caballos, doma…

P.- ¿Los últimos tres libros que has leído?

R.- Generación Z y varios de doma y cría de caballos.

P.- ¿Qué música te gusta?

R.- El flamenco. Creo que tiene la ‘magia’ que le otorga esa mezcla de culturas y tradiciones populares. En la mezcla está la riqueza, no solo en la música, sino en la vida en general.

P.- ¿Te gusta bailar?

R.- No suelo bailar. Alguna vez me marco unas rumbitas o sevillanas con mi mujer. En alguna fiesta de amigos… (risas)

P.- Las series son el nuevo cine, ¿cuál es tu favorita y cuáles estás viendo ahora mismo?

R.- Me he visto todas las del Chapo Guzmán y de Pablo Escobar, el patrón del mal, el señor de los cielos, la viuda negra… También me encantaron Águila Roja y Vivir sin permiso.

P.- ¿Has visto la serie (documental) ‘El Pionero’? ¿Algún comentario?

R.- Sí, la he visto y me parece interesante que hayamos podido colaborar y participar los miembros de mi familia, a diferencia de muchos otros productos audiovisuales, que pierden toda la objetividad.

P.- ¿Qué aplicaciones no faltan en tu teléfono móvil?

R.- Me encantan las nuevas tecnologías y aprenderlas. Entre otras muchas, no puede faltar Whatsapp. Creo que ha marcado un antes y un después. Y hago campaña para que todo aquel que reniega de tenerlo, lo acabe instalando; lo he conseguido con algunas personas que creía que sería imposible (risas).

P.- ¿Qué objetos no faltan en tu maleta cuando te vas de viaje?

R.- Neceser, gafas de sol, ropa para hacer deporte…. Y mi iPad, claro.

P.- Si pudiera visitaría a...

R.- El año pasado tuve el honor de conocer a Su Santidad el Papa en un viaje muy bonito, junto con mi familia.

P.- ¿Tu ciudad favorita?

R.- Cuzco es una de las ciudades más bonitas que he visitado últimamente.

P.- Es domingo y quieres cambiar de aires... ¿Algún sitio en especial?

R.- Montar a caballo por la mañana, acompañado de mis perros en los alrededores de mi casa. Después comer con mi mujer, siesta y pasar la tarde tranquilos en casa, fútbol si toca y comenzar a preparar la semana. Antes de ir a dormir, voy a dar las buenas noches a mis animales.

P.- ¿Y para unas largas vacaciones...?

R.- Desde hace mucho tiempo, mi familia pasa parte de las Navidades con los mismos amigos, cada año en un lugar del mundo diferente.

P.- Estás en la final de Masterchef... ¿Qué plato prepararías y cuál evitarías a toda costa?

R.- Directamente, jamás podría estar en la final de MASTERCHEF (risas)

P.- ¿El último restaurante que has visitado? ¿Te gustó?

R.- Por mis negocios, como fuera todos los días. Suelo frecuentar dos o tres que me gustan y donde me cuidan. Cualquiera de los restaurantes Urrechu en Madrid o Marbella, o el último que ha inaugurado mi socio, ‘La Guisandera’, en honor a su madre, con la comida casera de más calidad que nunca he visto. Muy recomendable.

Por las noches, ceno todos los días en casa con mi mujer, a excepción de algunos fines de semana, que salimos a cenar fuera con amigos.

P.- ¿Algún vicio irreprimible?

R.- Jugar al mus, fumando un purito y tomando un chupito de un buen tequila o ron.

P.- Un lujo

R.- Si te digo la verdad, el verdadero lujo me parece estar vivo, mantener a mi familia unida, seguir casado con mi mujer, ver a mi hija feliz desarrollándose profesional y personalmente, tener a mi madre aún con nosotros y poder disfrutar de la vida cada día, como lo hago. Estar rodeado de personas muy importantes para mí, desde hace muchos años, como, por ejemplo, mi socio Manuel Marrón.

P.- ¿Y un capricho inconfesable?

R.- ¡Es inconfesable! (risas).

P.- Tu ambición o un deseo por cumplir

R.- Doy gracias a Dios todos los días por haber cumplido tantos y tantos deseos. Ahora, el summum sería ser abuelo.

P.- Gracias, Jesús, por esta entrevista

R.- Gracias a vosotras y… ¡Enhorabuena!