Alimentación
Cómo deshincharte en las dos semanas que quedan para tus vacaciones
La dietista- nutricionista Bárbara Hernández nos lo cuenta.
Si estás leyendo esto es porque probablemente quedan dos semanas para tus ansiadas vacaciones de verano. Te marchas con tus amigos, pareja o familia y te apetecería, ¡cómo no! lucir un vientre plano y sentirte ligera como una pluma. Sin embargo, reconócelo, si has hecho clic en este tema es porque quizá te ha vuelto a pillar el toro. Tranquila, amiga, no eres la única. A la desesperada nos hemos ido a pedirle auxilio a la dietista- nutricionista Bárbara Hernández, creadora del proyecto Cocosinsal y de una serie de programas personalizados para lograr en términos de salud tus objetivos. Bárbara, cuéntanos cómo deshincharte en las dos semanas que quedan para las vacaciones. Respuesta de Bárbara: no hay que empezar dos semanas antes, el éxito radica en ser precavidas.
“No podemos esperar a sentirnos pesados o a estar más gorditos. No podemos esperar a tener un problema de salud para empezar a cuidarnos”, dice la nutricionista. “Por eso es tan importante no empezar dos semanas antes, si no empezar cuando uno es consciente, si son tres semanas pues son tres semanas pero si son tres meses o un año pues fenomenal”, agrega la experta. Sin embargo, preguntada, ahora que ya carecemos de tiempo suficiente para hacer un plan en condiciones, por cuáles son los alimentos y trucos que nos pueden ayudar a sentirnos más ligeras y a no vernos, por ejemplo, las piernas hinchadas, la experta enumera:
- Batidos de frutas y vegetales: pero nunca zumos porque perderíamos la fibra de los alimentos y nos quedaríamos mayoritariamente con su azúcar.
- Beber bastante agua: para paliar el problema de la deshidratación en los meses de verano.
- Hacer ejercicio con regularidad: esto nos ayudará a drenar más que ninguna otra cosa.
- Evitar los ultraprocesados: estos harán que nos sintamos hinchadas, como lo hacen también la pasta o las harinas refinadas.
- Aprovechar los pescados, carnes y verduras de temporada.
- Hacer cenas ligeras.
- Priorizar el consumo de alcachofas, espárragos, gazpachos: son alimentos que nos pueden ayudar.
- Descansar: “¡eso sí que deshincha!”, dice Bárbara. “Una noche con buena calidad del sueño nos alegra el cuerpo y la salud”, especifica.
¿Para dejar de sentirme hinchada debería dejar de tomar sal?
La respuesta de Bárbara a esta pregunta es rotunda: NO. “La sal no es mala, es necesaria. Tiene un mineral muy importante que es el sodio”, explica la nutricionista. Nos dice que, si no tenemos ninguna patología por la que el médico nos haya recomendado dejar de tomar sal, no tendríamos por qué hacerlo. Evidentemente, como explica la experta, si comemos con más sal, tendremos más sed, pero lo único que tenemos que hacer al respecto es compensar con agua. Nada más. No hay que olvidar que nada es bueno en exceso. La virtud está en el término medio pero no debemos demonizar la sal. Es un alimento natural y necesario.
Para terminar, Bárbara insiste en que es imprescindible cambiar el chip. Tenemos que darnos cuenta de que no se trata de apurar en el último momento. No es un “me cuido para” sino “me cuido porque”. Me cuido porque quiero sentirme bien, porque quiero verme bien, porque quiero llevar SIEMPRE una vida saludable.
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