Rocío Crusset se convierte en la perfecta dama de honor con un vestido negro

Estamos acostumbradas a ver como las damas de honor (esas mujeres que en la tradición americana acompañan a la novia) se ha convertido en algo habitual también en las bodas patrias. Generalmente es un lugar reservado para amigas y familiares íntimos de la novia, que serán las encargadas o bien de anunciar la llegada de la novia al altar, precediéndola, o bien de ir detrás ocupándose de que el velo y la cola del vestido no se enganche ni se arruga, y vaya perfectamente recta por el pasillo nupcial.

Una de las damas de honor más famosas de los últimos tiempos fue sin duda Pippa Middleton en la boda de su hermana Kate Middleton con el príncipe Guillermo de Inglaterra, en la que sorprendió a todo el mundo luciendo un diseño de Alexander McQueen (misma firma que lucía la novia) también en color blanco, lo que ocasionó infinidad de debates sobre si éste era el color apropiado para las acompañantes de las novias, quienes generalmente parecían estar limitadas a tonos más bien pastel como el lila, el rosa palo, el verde menta o incluso el nude.

Pues ahora y rompiendo también toda regla, ha sido Rocío Crusset la que ha decidido arriesgar con otro color, el negro, gracias a un bonito vestido de cuello halter que favorece los hombros marcados de la modelo, y que cae hasta los tobillos. Rocío lo ha combinado con un sencillo clutch también en negro unas sandalias de plataformas en plateado, que dan la nota perfecta de color al conjunto.

Al enlace de Marta Moeckel, abogada e íntima amiga de la infancia de la hija de Carlos Herrera también acudió el novio de Rocío, Maggio Cipriani, y su madre Mariló Montero, además de otras personalidades de la ciudad de Sevilla, donde tuvo lugar el enlace.