Casa Real

La Reina Sofía se despide de Benedicto XVI en Roma con un discreto estilismo protagonizado por un abrigo negro de paño

Un look ideal para dar el último adiós al Papa Emérito

La Reina Sofía durante el funeral de Papa Benedicto XVI
La Reina Sofía durante el funeral de Papa Benedicto XVIAntonio CalanniAgencia AP

La Reina Sofía se desplazaba, la pasada tarde, hasta la Ciudad del Vaticano para visitar la capilla ardiente de Benedicto XVItras su fallecimiento, el pasado 31 de diciembre. Una visita que haría con el Ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. En la mañana de hoy, la Reina Sofíano quiso perderse la misa exequial por Benedicto XVI, que se celebraba en la Basílica de San Pedro y donde se le daría el último adiós al que fuese Papa no reinante en los últimos años, en la Ciudad del Vaticano. La Reina Sofía apareció, hace unos días en la escena pública, para asistir a un concierto navideño por una buena causa, hizo un parón en sus vacaciones de Navidad para viajar hasta Roma y asistir, en representación de la Familia Real Española, al funeral de Benedicto XVI.

Como marca el protocolo, el negro es el color asociado al luto o una pérdida y que destaca, entre los presentes, en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Para la ceremonia de despedida de Benedicto XVI, la Reina Sofía eligió un sobrio vestido negro por la rodilla que combinó con un abrigo negro de paño para soportar el frío que hace en las inmediaciones de la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano. La Reina Sofía estuvo acompañada del Rey Philippe y la Reina Mathilde de Bélgica mientras le daban el último adiós al Papa no reinante Benedicto XVI. Sin duda,una ceremonia de lo más solemne para despedir al Sumo Pontífice en la Plaza de San Pedro.

La Reina Sofía durante el funeral de Papa Benedicto XVI con un abrigo negro de paño en Roma
La Reina Sofía durante el funeral de Papa Benedicto XVI con un abrigo negro de paño en RomaETTORE FERRARIAgencia EFE

La Reina Sofía no arriesgó, en esta ocasión, con su estilismo, aunque si lo hizo en su primera visita a la capilla ardiente, la pasada noche, donde eligió un discreto vestido negro por las rodillas y una blazer con incrustaciones de cristal en las solapas. Sin duda, elegante y discreta, como la etiqueta marcaba en el funeral de Benedicto XVI.