Salud

Las 5 señales de alarma que indican que sufres inflamación crónica: una experta revela cómo solucionarlo

El cansancio persistente, las malas digestiones o el dolor articular no son simples achaques, pueden ser los primeros avisos de la inflamación crónica, un trastorno de salud silencioso pero cada vez más extendido

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InflamaciónFreepik

Es un enemigo silencioso que se instala en el organismo sin hacer ruido, pero cuyas consecuencias merman la calidad de vida de forma paulatina. La inflamación crónica a menudo se manifiesta a través de síntomas sutiles, señales que con frecuencia son achacadas al estrés de la vida moderna o a simples molestias pasajeras. Sin embargo, los expertos advierten de la importancia de prestar atención a varios avisos clave que el cuerpo emite para alertar de que algo no funciona como debería.

De hecho, el cuadro sintomático suele comenzar con un cansancio persistente que no se alivia con el descanso, una fatiga que se convierte en compañera inseparable del día a día. A esta se suman a menudo problemas digestivos recurrentes, como hinchazón o malestar, así como dolores articulares sin una causa aparente que los justifique y cambios en la piel, como la aparición de eccemas o un envejecimiento prematuro.

Además de estas manifestaciones, uno de los indicadores más desconcertantes es la llamada niebla mental, esa sensación de confusión o falta de claridad que dificulta la concentración. En ocasiones, estas señales principales vienen acompañadas de otros síntomas, como un aumento de peso difícil de controlar, resistencia a la insulina, migrañas o una mayor propensión a sufrir infecciones de forma recurrente.

El estilo de vida y la dieta, claves para combatirla

En este sentido, las raíces de este estado inflamatorio se encuentran, en gran medida, en el estilo de vida contemporáneo. Una dieta basada en alimentos ultraprocesados, con un exceso de azúcares y grasas trans, es uno de los principales culpables. Pero no el único. El estrés crónico y el sedentarismo, junto a la falta de un sueño de calidad con horarios irregulares, también contribuyen a elevar los marcadores inflamatorios. Otros factores como la exposición a contaminantes ambientales o un desequilibrio en la microbiota intestinal completan el mapa de las posibles causas, según la información recogida por Elle. Establecer hábitos saludables desde primera hora del día es fundamental para mitigar estos efectos, y una buena rutina matutina puede marcar la diferencia en la gestión del estrés y el sueño.

Por otro lado, combatir esta condición está al alcance de la mano y comienza, fundamentalmente, en la cesta de la compra. La estrategia más eficaz pasa por adoptar una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres y grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva, el aguacate o el pescado azul. Resulta igualmente beneficioso el uso de especias con conocidas propiedades antiinflamatorias, como la cúrcuma, el jengibre o la canela.

Asimismo, la incorporación de alimentos probióticos como el yogur o el kéfir ayuda a reforzar esta defensa natural del organismo. En definitiva, la clave reside en reducir drásticamente el consumo de ultraprocesados, azúcares añadidos, harinas refinadas y el exceso de alcohol para, así, devolver al cuerpo el equilibrio perdido y mejorar el bienestar general.