Salud

Adiós a las dietas milagro: así transforma Japón tu relación con la comida

Olvidarse de contar calorías y recuperar el placer de comer sin culpa. Esta es la propuesta del shokuiku, la filosofía japonesa que enseña a conectar con los alimentos desde la consciencia en vez de la restricción

Comida japonesa
El sushi como base de komida japonesa La RazónLa Razón

Recuperar el placer de comer y dejar atrás la culpa y la ansiedad que a menudo acompañan a la alimentación en Occidente. Ese es el objetivo final de una filosofía japonesa que está ganando adeptos por su enfoque radicalmente opuesto a la cultura de la dieta. Se trata del shokuiku, o «educación alimentaria», un concepto que no impone restricciones calóricas, sino que propone un profundo cambio de mentalidad para reconciliarse con la comida. En esencia, se trata de una herramienta para cultivar el bienestar, aplicando principios que también respaldan los secretos para ser más feliz según los psicólogos.

De hecho, la base de esta corriente no es otra que la consciencia plena. El shokuiku invita a prestar una atención genuina a lo que ingerimos, a interesarse por el origen de los productos, sus propiedades nutricionales y la manera en que los cocinamos. En lugar de obsesionarse con la báscula, la idea es comprender la alimentación como un acto integral que nutre tanto el cuerpo como el bienestar emocional, construyendo así una relación mucho más sana y equilibrada con la comida. Este enfoque holístico es fundamental, ya que se alinea con otros hábitos de las personas más longevas del mundo para alcanzar una vida más plena.

Además, a diferencia de las modas nutricionales que van y vienen, esta visión está profundamente arraigada en la sociedad nipona. No es una tendencia pasajera, sino un pilar cultural que forma parte del sistema educativo japonés desde la infancia, un hecho que garantiza su transmisión de generación en generación, enseñando a los niños a valorar los alimentos y a participar en su preparación.

Los dos principios prácticos de esta filosofía japonesa

Por un lado, esta corriente huye de cualquier tipo de complicación o esnobismo en la cocina. La sencillez es uno de sus valores fundamentales, defendiendo que no es necesario ser un gran chef para disfrutar de platos sabrosos y saludables. La clave reside en la planificación y en el uso práctico de las herramientas del día a día, hasta el punto de desmontar prejuicios al reivindicar el microondas como un aliado perfecto para cocinar de forma rápida y sana.

Por otro lado, el shokuiku se nutre de un concepto tradicional japonés conocido como mottainai, que refleja un enorme respeto por los recursos y se traduce en una orden clara: no desperdiciar nada. Esta idea promueve el aprovechamiento integral de los alimentos, animando a utilizar partes que normalmente se descartan, como pieles o tallos, y a planificar las compras de manera inteligente para evitar que la comida acabe en el cubo de la basura.