
Cuidado de la piel
Adiós a las manchas y arrugas: 6 cremas de manos antiedad que de verdad funcionan
Son el espejo del paso del tiempo, castigadas por el sol, el frío y el agua. Pero las manos tienen solución: cremas antiedad específicas que borran manchas, nutren y devuelven la elasticidad perdida

Lejos de ser un simple cosmético para evitar la sequedad, las cremas de manos se han convertido en auténticos tratamientos de choque para combatir el envejecimiento. Las formulaciones más avanzadas del mercado actual ofrecen soluciones específicas para cada necesidad. Existen desde bálsamos ultrarreparadores, como el de Kiehl's, diseñados para crear una barrera protectora en las pieles más castigadas, hasta cremas de nutrición extrema, como la de L'Occitane, que recurre a una altísima concentración de manteca de karité para un alivio inmediato.
De hecho, la tendencia apunta hacia productos multifuncionales que abordan varios frentes a la vez. Algunas propuestas no solo protegen la piel de las agresiones externas como el frío, sino que también suavizan las cutículas y ayudan a fortalecer las uñas quebradizas, como es el caso de la crema de Payot. Otras, como la de Yves Rocher, incorporan ingredientes higienizantes junto a sus propiedades hidratantes, adaptándose perfectamente al ritmo de vida contemporáneo y sus exigencias.
En este sentido, el secreto de su eficacia es la incorporación de potentes activos antiedad que hasta hace poco se reservaban casi en exclusiva para el rostro. Ingredientes como la niacinamida, el retinol o un complejo de antioxidantes son ahora habituales para mejorar la elasticidad y atenuar las manchas, una idea que comparten desde el portal MujerHoy al analizar las últimas novedades del sector. La clave es que la textura sea nutritiva, pero siempre de rápida absorción para no dejar una sensación grasa.
Más allá de la simple hidratación
Y es que las manos son, con frecuencia, las grandes delatoras del paso del tiempo. La razón es puramente fisiológica: la piel de su dorso es considerablemente más fina que la del rostro y cuenta con muchas menos glándulas sebáceas, lo que la hace especialmente vulnerable a la deshidratación y a las agresiones. Su exposición constante al sol, al agua y a los cambios bruscos de temperatura no hace más que acelerar este proceso natural. Por ello, es crucial conocer cómo aplicar el protector solar correctamente no solo en el rostro, sino también en estas zonas tan expuestas.
Por todo ello, la protección se ha convertido en un pilar fundamental en el cuidado de esta zona tan expuesta. Más allá de la reparación de daños ya existentes, como grietas o sequedad severa, el objetivo principal es la prevención. Para ello, la inclusión de filtros solares en la fórmula diaria es una de las estrategias más eficaces para frenar el fotoenvejecimiento, principal responsable de la aparición prematura de arrugas y manchas.
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