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Cuaderno de bitácora de la IX Land Rover Discovery Challenge: Baloncesto a camello y a todo gas por el desierto

Cuaderno de bitácora de la IX Land Rover Discovery Challenge: Baloncesto a camello y a todo gas por el desierto
Cuaderno de bitácora de la IX Land Rover Discovery Challenge: Baloncesto a camello y a todo gas por el desiertolarazon

8.30 de la mañana, los primeros en llegar a la madrileña Terminal 1 de Barajas son Macarena Gómez, Aldo Comas, Miguel Marinero y David de María. Ahí, sin dilación comienza la aventura para el cantante jerezano. Ante la pregunta;¿ habéis traído pasaporte,verdad? De María se queda en blanco, ¿pasaporte? En una hora embarcamos, ese es el tiempo que tiene para salir pitando a la comisaría de guardia de la terminal 4 para hacerse uno o se queda en tierra.

Cuando parece que un equipo se queda sin "celebritie"aparece en el avión con el pasaporte en la mano. Ya estamos todos y la nave especial, fletada por Land Rover, nos deposita dos horas más tarde en el aeropuerto fantasma de Essaouira, en Marruecos. Un lugar donde ni hay aviones, ni se les espera. Los que sí nos aguardan es una flotilla de Discoverys, equipados hasta con wifi, y con unas ruedas que solo de verlas sabes que vamos a pasar el día en el desierto o en sus primas hermanas las dunas. Ese es el marco incomparable de la jornada, a un lado el Atlántico y al otro, el desierto. Espectacular.

En esta Challenge no hay cuotas, pero se da la circunstancia que son las mujeres las que cogen los mandos. Mar Flores con un dolor de ciática que dos ibuprofenos y un nolotil consiguen calmar, se pone al volante de su equipo y como si no hubiera un mañana sube y baja dunas como si paseara a Miss Daisy. Increíble, no se queja y es competitiva.

Macarena Gómez, es un fenómeno de la naturaleza, también está ligeramente lisiada por unas llagas en la boca, que le impiden comer bien pero que no son incompatibles con lanzarse como una flecha por esas arenas movedizas. Raquel Meroño, otra igual y las hermanas Dominguín, Lucía y Paola, se colocan sus turbantes, como Ava Gadner en el desierto y no las alcanza ni Fonsi Nieto o el hijo de Paola, Nicolás Coronado, que habla y tiene los mismos gestos que su tío Miguel Bosé, dice que no canta pero que en privado algo puede improvisar, creo que se reserva para mañana en Marraquech. Y el otro fenómeno del desierto es Miguel Marinero que ha descubierto que tiene raíces africanas porque todo lo que ve le inspira para hacer trajes, está tan enloquecido que a la colección que presentará en una semana en la MBFWMadrid la llamará Sahel y es tan mono que ha traído unos estilismos a sus compañeros de equipo, Juan Hernández Luike y yo misma. Unos turbantes blancos para resistir en estas tierras.

Muchos kilómetros más tarde, llegamos a la playa donde nos esperan unos dromedarios para jugar al baloncesto. Sí, en la India juegan al polo sobre elefantes y aquí, encestamos canastas sobre camellos. Luego acarreamos por las dunas unas ruedas que pesan como unos 60 kilos o más y por último y antes de que empiece el partido España/Irán que veremos en un bar bebiendo té de menta con lugareños, nos recorremos, en 20 minutos corriendo como gamos, todo el zoco de Essaouira buscando una torre que sale en Juego de Tronos, una reserva de halcones, comprando aceitunas y una viagra local que son como unos palitos de alguna raíz seca muy rara que venden aquí. Después de todo esto y con olor a mofeta, llegamos a un hotel que debe de ser estupendo pero que no nos da tiempo ni a verlo.

Cena rápida y a dormir que mañana a las siete de la madrugada tocan corneta otra vez.