Aitor Ocio: «El deporte profesional no es saludable»

Fue uno de los mejores defensas centrales y uno de los «guapos oficiales» del fútbol español. Y doy fe de que sigue siendo uno de los hombres más bellos, por dentro y por fuera, que conozco. Aitor Ocio cambió las botas de fútbol para cultivar su faceta de empresario, que ya está dando sus frutos en el sector de la salud y el bienestar, al que pertenecen Clínica Henao, Hefit Sports y Oriental Spa, sus tres grandes proyectos. Aitor ha disfrutado del fútbol todo lo que tenía que disfrutar y ahora ha encontrado la motivación que le faltaba en su nueva etapa profesional. Otra de sus grandes ilusiones era sacar a la luz su libro «Entrenamiento personalizado y alimentación. Método de entrenamiento Navobc» (Paidotribo), que escribió junto a Nacho Villalba. Disfrutando al máximo de su hija y de sus nuevos proyectos, así transcurre el día a día de Aitor, un hombre cercano y accesible al que yo, personalmente, admiro mucho.

–Cuéntame, ¿a qué te dedicas en la actualidad?

–Me encuentro en una etapa intensa empresarialmente porque cuando terminé como futbolista después de muchos años, la semana que anunciaba mi retirada inauguraré mi primer modelo de negocio en el que empezaba a participar: una clínica de medicina estética y nutrición.

–¿Cuántas clínicas tienes ahora?

–Tenemos la clínica Henao desde hace tres años, de la que acabamos de inaugurar otra también en Bilbao y a la que he incorporado otro modelo de negocio, que aunque está dentro y comparten espacio son diferentes: Hefit Sports, un centro de entrenamiento personal individualizado y muy especializado. Lo que nos diferencia de otros es la relación del cliente con su entrenador. En Hefit Sports ponemos a disposición del cliente a todo un equipo de seis personas: médicos deportivos, osteópatas, gente especializada en recomposición postural y podología y los entrenadores.

–¿Y tú, cómo te cuidas?

–Trato de llevar una dieta equilibrada ajustada a mi actividad. Procuro entrenar todos los días. Apenas juego al fútbol, de vez en cuando algún partido con los veteranos porque mi hija está como loca con ese deporte y me dijo que le encantaría volver a verme jugar. Por ella piso el campo aunque sea en algún partido benéfico. Pero básicamente porque a ella le hace ilusión verme. Realmente al fútbol ya he jugado demasiado, lo suficiente.

–¿Eres un hombre romántico?

–Pues considero que sí. Independientemente de donde uno nazca, romántico se es o no se es. Ahora es verdad que los recursos que tenemos, las tecnologías han tapado un poco más esa faceta. Pero sí creo que tengo un punto romántico y soy muy sensible para lo bueno y para lo malo, a veces me gustaría serlo un poquito menos para no sufrir tanto.

–¿Mantienes a la vista en tu WhatsApp la última vez que te conectaste? Porque tengo la teoría de que las personas que lo quitan es porque tienen algo que ocultar...

–Yo no lo tengo puesto, pero a estas alturas no tengo nada que ocultar, mi vida es absolutamente normal, pública y transparente. Todo el mundo me ve en mi día a día, que normalmente es en Bilbao, a primera hora en el colegio, durante la mañana en mi lugar de trabajo y por las tardes con mi hija, así que estoy totalmente expuesto todo el tiempo.

–¿Te has infiltrado vitaminas o hialurónico?

–Yo lo único que me he infiltrado es la cadera, la rodilla, el hombro... Estoy por dentro como un hombre biónico. Me han operado de ligamento cruzado, del hombro, de fractura múltiple de pómulo, de la cadera y de tres costillas rotas, además de unas cuantas brechas y la nariz rota en varias ocasiones. ¡Unos cuantos golpes me he llevado!

–¿Te duele mucho el cuerpo?

–Hombre, tengo que cuidarlo y procuro entrenar adaptándome a mis lesiones. Hay algunas que han sido degenerativas y las articulaciones en un futbolista sufren durante muchos años con una intensidad y un desgate que no es el acorde a su edad. A veces hay consecuencias.

–¿El deporte profesional es salud?

–Yo creo que no. El deporte y la salud son cosas distintas, porque el deporte es muy recomendable, pero la exigencia del fútbol o de otros hacen que las recuperaciones de las lesiones se hagan en plazos más cortos de lo que se necesita. Pero claro, cuando uno es profesional lo es con todas las consecuencias.

–Contéstame sí o no: en un partido importante, que coincide con un cumpleaños, y perdéis ¿celebrarías el cumpleaños después?

–No.

–¿Un lugar al que escaparte constantemente?

–A algún rincón de Ibiza.

–¿Cuál es la parte del cuerpo de una mujer quemás te gusta o más te atrae?

–La cara y la expresión. Yo necesito ver, sentir y percibir, algo que es difícil en cualquier otra parte. Puedes apreciar unas piernas o unas manos bonitas, pero yo necesito ver una expresión. Hablo de la mirada.

–¿Le das importancia a la boca?

–Yo creo que es importante, justo por lo que te decía antes, está debajo de los ojos y también una bonita sonrisa dice mucho de las personas, entonces creo que hay que cuidarla.

–¿El último libro que te has leído?

–«Sonrisas de Bombay», de Jaume Sanlloren.

–¿Te preocupa Podemos?

–En temas de política me considero bastante apolítico. Me cuesta creer.

–¿Crees en Dios?

–No. No entiendo a veces muchas de las injusticias que suceden, al menos como a mí me enseñaron, o como a mí me lo explicaron, no se ha correspondido con el tiempo. Vivencias personales en la familia o en un entorno cercano me han hecho perder un poco esa fe que en su día me pudieron inculcar. En la vida entiendo y creo que hay algo, pero sobre todo creo en la actitud personal.

–Un piropo que te guste lanzar a alguien que te gusta...

–Soy tan vergonzoso que no he dicho muchos piropos en mi vida, los pienso (risas), pero lo soy tanto que me ha costado mucho siempre expresarme y decirlo, y más si no la conozco de nada. Admiro a esas personas capaces de decir una cosa bonita con elegancia y que le haga sentir bien, pero yo no soy capaz. Lo máximo que me saldría es una sonrisa.

Sus básicos

La dieta

Aitor dice que cuando tiene prisa su mejor ayuda es un «tupper» de pollo y patatas.

El aliado

El ex futbolista tiene por costumbre limpiar la piel de su rostro, a lo que le dedica un pequeño rato diario.

El ejercicio

Hace un entrenamiento de fuerza cardiovascular diario jugando al tenis.

El producto

La firma Kiehl’s, de la que es embajador, es su favorita para el cuidado de su piel.

Tratamiento

La mejor manera de desconectar de Ocio es la de tomar un baño y masaje.

La debilidad

Las deportivas de la firma Nike son su fetiche. Se siente más cómodo así que con zapatos.

El truco

Piensa que el truco de la belleza se encuentra en la medicina estética y no en la cirugía.