Ni autobronceador ni polvos de efecto sol: este es el producto de maquillaje para potenciar el moreno de piel

Tras unos días de playa, tenemos una piel bronceada que nos hace vernos más favorecidas que nunca. Gracias a que hemos aplicado protector solar correctamente este verano, ahora lucimos un moreno de piel bonito, luminoso, saludable y más duradero. Pero tenemos que volver a casa y seguir con nuestra rutina y, habiendo generado ese bronceado paulatinamente, evitaremos que se nos caiga a los dos días. Ahora, lo que queremos es potenciarlo y que nos veamos más favorecidas que nunca. Eso lo vamos a conseguir con un producto de maquillaje que todas tenemos en casa, en nuestro neceser de maquillaje: el iluminador.

¿Cómo lo vamos a utilizar? Utilizando productos iluminadores en dos texturas: líquido y en polvo. Vamos a jugar con ambos productos para que no tengas que aplicar nada más. Así vamos a conseguir unificar nuestro rostro para multiplicar el bronceado, la luminosidad y la jugosidad de la piel.

Multiplicar el moreno de piel, sin autobronceador

Para multiplicar el efecto bronceador de nuestra cara, sin autobronceador, lo que necesitamos es aportar dimensión a nuestro rostro. Por eso vamos a definir distintos puntos de luz en zonas estratégicas de la cara, con el iluminador líquido, para crear contraste; y aplicaremos el iluminador en polvo en otras zonas para aportar naturalidad y linealidad. ¿Empezamos?

Iluminador líquido y en polvo para potenciar el bronceado y que quede espectacular

Lo primero que vamos a hacer, después de nuestra rutina de cuidado facial, es aplicar los dos iluminadores. Si quieres puedes poner una crema hidratante con efecto 'glow' para potenciar el brillo, pero no es obligatorio, porque la luz la vamos a poner con estos dos productos. Primero, cogemos el iluminador líquido en 'stick' y, con un pincel o con los dedos, aplicamos pequeños puntos de luz sobre la piel bronceada: en el lagrimal, arco de la nariz, arco superior de la ceja, en la zona alta de los labios (arco de cupido) y en la barbilla. Si quieres que el párpado quede más espectacular, apuesta por una sombra de ojos en tonos marrones muy parecidos al moreno de tu piel (o incluso un poco más oscuro), así en contraste será mayor.

Luego, cogemos el iluminador en polvo y, con una brocha, lo aplicamos en la zona alta del pómulo, con movimientos ascendentes hacia las sienes (si queremos lo podemos unir con la zona final del párpado superior) y en la zona central de la frente. Ya solo tendremos que aplicar un poco de primer en formato spray para fijar el maquillaje, ¡y listo!

Después de probar este truco no querrás usar otro. ¡A triunfar!