El abdomen de Olvido Hormigos

De nuevo en primera línea de la actualidad, la que fuera concejala de Los Yébenes no deja de sorprendernos al hablar, sin querer hacerlo, de su relación con Alessandro Lequio

De nuevo en primera línea de la actualidad, la que fuera concejala de Los Yébenes no deja de sorprendernos al hablar, sin querer hacerlo, de su relación con Alessandro Lequio. Y es que la toledana de 45 años está todavía como para levantar pasiones, aunque dicen las malas lenguas que parte de su atractivo lo debe a su paso por la cirugía. ¿Pero quién hoy día, con más de cuatro décadas a sus espaldas, no se ha hecho algún retoquito de botox, unas inyecciones de vitaminas aquí y allá, un blanqueamiento dental o incluso algún relleno para lucir, sino más joven sí más cuidada y con mejor aspecto?

No nos engañemos, a simple vista, lo que Hormigos parece que se ha hecho no es más que cuidarse con esmero un rostro que cada día luce más luminoso y radiante, a pesar de que en estos momentos su cara muestre descontento por los chorros de críticas que está recibiendo.

Cuando se es guapa de base, un poco de volumen en los labios y pómulos y unas sesiones de mesoterapia facial para ganar luminosidad, son ideales. Otra cosa muy distinta es el cuerpo escultural que luce en portadas y videos mil veces vistos en la red. Una figura que, sinceramente, es difícil conseguir a cierta edad y después de ser madre, por mucho que la genética te acompañe como ella declara. Ese vientre plano y esa cintura de avispa sólo se consiguen con una abdominoplastia. Y no creo equivocarme al asegurar que después del nacimiento de su hija pasó por el quirófano. La abdominoplastia consiste en levantar todo el abdomen para reconstruir la pared muscular, una operación importante pero con unos resultados, como puede comprobarse, sorprendentes. Así, sí se puede lucir palmito.