
Qué es la glicación
¿Por qué el azúcar puede estar envejeciendo tu piel?
Nos enfrentamos a un proceso invisible que, sin darnos cuenta, va dejando huella en nuestra piel. Descubre cómo mantenerlo a raya.

El azúcar no solo afecta tu salud metabólica, sino que también puede estar acelerando el envejecimiento de tu piel. Aunque solemos asociar el deterioro cutáneo con factores como el sol, la contaminación o el estrés, la ciencia ha puesto el foco en un proceso interno silencioso pero devastador: la glicación.
La glicación: el enemigo invisible de tu piel
Cuando hay un exceso de glucosa en la sangre, esta puede adherirse a proteínas estructurales como el colágeno y la elastina, fundamentales para mantener la piel firme y elástica. Este proceso se llama glicación, y da lugar a los llamados productos finales de glicación avanzada, conocidos como AGEs.
“La glicación no enzimática modifica de manera irreversible proteínas de vida media larga como la colágena, acumulándose y alterando la arquitectura y propiedades de los tejidos, lo que contribuye al envejecimiento cutáneo.”
Estos compuestos no solo afectan la apariencia externa, sino que también contribuyen al estrés oxidativo y a la inflamación celular, dos factores clave en el envejecimiento sistémico. Además, interfieren con la capacidad de la piel para regenerarse, lo que la hace más vulnerable a agresiones externas como la radiación UV y la contaminación.
Azúcar y edad biológica: lo que no se ve en el espejo
La glicación no solo envejece la piel, también puede alterar la edad epigenética. Un estudio publicado en JAMA Network Open analizó muestras de ADN salival de más de 300 mujeres y encontró que el consumo de azúcares añadidos estaba asociado con un aumento en la edad biológica, medida a través del reloj molecular GrimAge2.
Este reloj epigenético se basa en patrones de metilación del ADN y refleja la exposición acumulada a factores como la inflamación y el estrés metabólico. En este contexto, el azúcar aparece como un mediador directo entre lo que comemos y cómo envejecemos, tanto por dentro como por fuera.
“los productos finales de glicación avanzada provocan cambios estructurales y funcionales en proteínas como el colágeno, cuya producción endógena se incrementa con la edad y el estrés oxidativo, causando envejecimiento prematuro y enfermedades degenerativas.”
¿Se puede revertir el daño?

Aunque el proceso de glicación es difícil de revertir, sí es posible frenar su avance. Aquí algunas estrategias clave:
- Reducir el consumo de azúcares refinados: Evita refrescos, bollería y productos ultraprocesados. No solo le vendrá bien a tu piel, también al resto de tu organismo.
- Apostar por una dieta rica en antioxidantes: Frutas, verduras, té verde y cacao puro ayudan a contrarrestar el daño oxidativo.
- Consumir proteínas de calidad: El pescado, el caldo de huesos y la clara de huevo aportan aminoácidos esenciales para la regeneración celular.
Además, mantener una rutina de cuidado de la piel que incluya protección solar, hidratación y productos con ingredientes como la vitamina C y el retinol puede ayudar a mejorar la apariencia cutánea.
El vínculo entre el azúcar y el envejecimiento de la piel es más profundo de lo que parece. La glicación, los AGEs y el impacto epigenético son procesos que nos recuerdan que lo que comemos influye directamente en cómo nos vemos y cómo envejecemos. Adoptar hábitos saludables no solo mejora tu salud general, sino que también puede ayudarte a conservar una piel más firme, luminosa y joven por más tiempo.
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