La técnica de maquillaje de Karol G para que luzcas como recién salida de la playa

En los últimos años, nos ha dado por poner nombre a todas las tendencias de maquillaje que se nos han ido ocurriendo. Algunos con nombres de alimentos como el 'tomato makeup', otros más patrióticos, como el 'spanish makeup' o el 'island girl', o más acordes con las tendencias, como el 'grunge style' o el 'glazed skin'. Incluso hay un nombre para cuando llevamos poco maquillaje: 'make up no makeup'. Y, como de nombres curiosos va el asunto, hoy nos vamos a centrar en un dulce, que a esta hora nos apetece mucho más: el 'Jelly donut blush', que vendría a significar 'colorete efecto donut relleno', cuyos tonos imitan el aspecto de la famosa rosquilla con mermelada en el centro. Y lejos de sonar a cachondeo es una técnica de maquillaje que favorece mucho y así lo ha demostrado su precursora, Karol G.

La bichota apareció en redes sociales enseñando su técnica de maquillaje para conseguir unos pómulos con pigmento y muy iluminados. Y, obviamente, se hizo viral. Y aquí estamos nosotras para ver, paso a paso, cómo recrear este 'look' en casa. Se trata de una mezcla perfecta entre tu iluminador favorito y el colorete que nunca debe faltar. Un dos en uno para conseguir, color y brillo con un acabado natural y al mismo tiempo espectacular. Vamos, que podríamos decir que gracias a este truquito vamos a tener esas ansiadas mejillas besadas por el sol y que parezca que venimos de pasar una semana en una playa paradisíaca y no de estar en nuestra casa pegadas al ventilador como unas lapas.

Antes de empezar, conviene saber que, aunque esta técnica también se puede hacer con productos en polvo o en crema, lo ideal es hacerlo con texturas líquidas para que el resultado quede lo más exacto posible al ejemplo. Para ello —y como podemos ver en el vídeo de Instagram de la creadora de contenido de belleza Tina Beauty (@tinabeauty)—, vamos a necesitar un iluminador en barra y un 'blush' (o colorete) líquido. Este último también puede ser un tinte multifunción, de los que se usan para mejillas y labios, como el Benetint, de Benefit, que tanto está triunfando.

Respecto al color del iluminador, lo ideal es que sea del tono más parecido al de nuestra piel, ni con muchos destellos dorados, ni muy plateada, para que el color de la mermelada del centro no se vea alterado (solo difuminado).

Vamos a aplicar el iluminador en el centro de la mejilla, de forma circular, para después poner un toque de pigmento rojo en el centro con el colorete líquido. Recuerda, mejor poco a poco, que siempre podemos añadir más si queremos. Luego, cogemos una brocha gorda, pero no muy tupida (la de colorete valdría) y empezaremos a mezclar los ingredientes en nuestra piel con movimientos ascendentes, desde la mejilla hacia la sien.

El resultado queda muy natural, elegante y luminoso. ¿Te atreves?