Fotografía
Ese gran «fashionista» llamado Zurbarán
Me había puesto un vestido suyo y me sentía poseedora de una obra de arte que potenciaba mi feminidad al máximo rindiéndole homenaje para asistir en el Museo Thyssen a la inauguración de la maravillosa exposición –organizada por la revista «Vanity Fair»– de Hubert de Givenchy, otro de los grandes señores de la moda, sin saber que esa misma noche iba a fallecer. Me refiero a mi adorado y admirado Óscar de la Renta. Nos conocimos en los pasillos del mítico Hotel Ritz de París; yo salía hacia el desfile de alta costura de Chanel acompañada por mi hermana María José cuando me crucé con él. Se paró para decirme que iba muy elegante y nos hizo varios cumplidos sobre nuestra belleza. Puedo asegurarles que era un hombre espectacular, con un atractivo y elegancia difíciles de encontrar, así que yo le devolví su cortesía con otro piropo... y acabó invitándonos a su último desfile de alta costura en la casa Balmain, que fue de una exquisitez y belleza que ya no existen. Nos estaban esperando y por supuesto nos sentaron en el «front-row». Yo ya era clienta suya, pero no lo conocí personalmente hasta ese afortunado cruce en los pasillos del Ritz. Presentaba entonces su colección «Óscar de la Renta» en el Hotel George V con un estupendo equipo capitaneado por Board Mazord, su mano derecha en costura. Era una fiesta para los sentidos disfrutar de esos maravillosos vestidos, siempre resultaba difícil decidirse por uno, los quería todos. Ahora me ocurre lo contrario: lo difícil es encontrar algo que me entusiasme.
Óscar de la Renta, al igual que Givenchy o Valentino, son los creadores de una época que nada tiene que ver con la actual. Aquel fue un momento de maestros que, desde sus talleres, embellecían a las féminas más influyentes del mundo. Amaban a las mujeres envolviéndolas en sus preciosas creaciones. El lunes, en el Thyssen, recreándome en la exquisita obra de Givenchy, pensaba en la importancia que tienen por encima de todo las telas, las terminaciones, el hábito de coser los bajos a mano, la idea de descargar costuras para evitar tiranteces... Incluso se forraban corchetes porque pensaban que el vestido debía ser tan majestuoso por fuera como por dentro. La moda se concebía como una especie de arquitectura viva que iba evolucionando con cada prueba que se realizaba a la clienta y combinaban colores con una maestría digna del mejor pintor, por eso tienen tanto sentido las exposiciones como ésta, en las que se aúnan a los grandes maestros de la moda y la pintura... Diecisiete obras de la pinacoteca acompañan a las composiciones de Givenchy, entre ellas, mi favorita, la «Santa Casilda» de Zurbarán, con sus ropajes elegantísimos y esas joyas que confieren un aire pagano y glamuroso a la santa. El artista extremeño fue el pintor que influyó de forma decisiva a Balenciaga, especialmente sus magníficas capas, los frunces de sus vestidos, las mangas abullonadas... Zurbarán era un «fashionista» de la época y un gran diseñador de moda probablemente frustrado por el momento en el que vivió.
Nunca como en este siglo XXI se acercó tanto la moda a la calle con el «prêt-à-porter» y las marcas «low cost», cuya pionera fue Zara, a la que tanto le debemos al dar oportunidad de uniformizar las clases sociales, de modo que ya no se distinguen a la hora de vestir. Siempre digo que, si quieres saber qué se lleva cada temporada –en estos días en los que las tendencias viven momentos tan breves como intensos–, pásate por Zara...
Encuentro en la embajada
Otro acontecimiento de moda esta semana ha sido el de los premios de «Elle» al estilo y la creatividad en los jardines de la Embajada de Italia, uno de los lugares más agradables de Madrid. Fue una convocatoria «top» y me gustaría darle las gracias a todo el equipo de la revista por ofrecernos esa preciosa fiesta, especialmente, a su directora, la simpatiquísima Benedetta Poletti. Desde aquí, mi recuerdo y homenaje al gran amigo, a la gran persona y exquisito creador que nos amó y embelleció hasta el infinito a las mujeres, Óscar de La Renta. Le habrán recibido en el cielo todas las santas de Zurbarán con sus mejores galas...
✕
Accede a tu cuenta para comentar