Gastronomía

Desmintiendo Mitos: los 'azúcares saludables'

En el mercado existen multitud de azúcares disfrazados bajo el término saludable

Desmintiendo Mitos: los 'azúcares saludables'
Desmintiendo Mitos: los 'azúcares saludables'larazon

Vivimos en una sociedad muy influenciada por modas y tendencias y la alimentación no se han quedado al margen del debate. Hemos demonizado durante décadas a las grasas como el culpable de todos los males y, sin darnos cuenta, hemos dejado entrar en nuestras casas a un lobo con piel de cordero. Y no nos referimos al azúcar común (sacarosa), que a estas alturas ya no engaña a nadie, sino a los ahora denominados por muchos "azúcares saludables".

Una definición muy benévola y contradictoria que los sitúa al nivel de expresiones como "ángeles del infierno"o "sol de medianoche". Pero el motivo de este artículo no es el de demonizar a los azúcares ni decirle a los lectores lo que deben o no deben hacer, sino el de alertar que en el mercado existen multitud de azúcares disfrazados bajo el término "saludable".

Así que miremos como lo miremos, las alternativas propuestas bajo el nuevo lema no dejan de ser azúcares disfrazados. Ejemplos de ello son el azúcar moreno, con un 95-98% de azúcar, la panela, con un 94%, la miel, con un 75-85%, o incluso el sirope de agave que puede llegar a tener hasta un 77%. Es por ello que, si vuestra elección se basa en sus nutrientes, deberíais sobrepasar 14 veces su consumo máximo para llegar a la cantidad diaria recomendada de vitaminas y minerales.

De hecho, la OMS determina que, para una dieta de 2000 Kcal, su consumo no debería exceder de 50 gr (12 cucharaditas de café) y que idealmente debería quedar por debajo del 5 % del aporte calórico diario o en este caso 25 gr. Y eso incluye el azúcar añadido que contienen los alimentos procesados y todos aquellos que lo contienen de forma natural. En cambio, si vuestra preocupación recae en la salud y en la reducción del consumo de azúcares libres, lo mejor sería aumentar el consumo de productos frescos y substituir los azúcares añadidos por edulcorantes naturales como, por ejemplo, la estevia.

Porque, en definitiva, el azúcar debería ser un potenciador del sabor y no un ingrediente principal en sí mismo. Es por ello que vuestra elección debería tener más en cuenta el gusto que sus propiedades, ya que queda demostrado que no son tantas como parecen ser.