Los mejores Cycle Café de Mallorca, el paraíso de los ciclistas

Cinco locales de referencia en los que deporte y gastronomía se dan la mano.

Mallorca es territorio propicio para ciclistas. Cada año, aficionados y profesionales (no era raro ver en su día el autobús del Sky Team en la Playa de Palma o toparse con los integrantes del Katusha en alguna carretera comarcal) escapan de las frías temperaturas del centro y el norte de Europa para abrazarse a la cálida primavera balear. Los profesionales inician la pretemporada en unas condiciones idóneas, y los aficionados pueden disfrutar del sol, la variedad de paisajes y la gran cantidad de rutas que ofrece la isla. Aunque ruedan durante todo el año, es en primavera cuando florecen por todas las cunetas de la roqueta.

Por lo general, los ciclistas son amigos de hacer un descanso a media mañana y recuperar lo que se han dejado en el camino. Es decir, se ponen tibios. Les gusta parar en bares de pueblo, de café con leche y bocadillo de sobrasada. Maravillosos lugares donde uno se siente como en casa. Pero poco a poco han ido surgiendo alternativas, puntos de encuentro para ciclistas en los que, además de encontrarse en su hábitat, pueden disfrutar de una interesante oferta gastronómica. Comida saludable y nutritiva, acorde a la exigencia del deporte.

En Palma se encuentra The Workshop: café + cycles, un concepto de cafetería que, sin duda, inspirará a los esforzados de la ruta. Dispone de servicio de alquiler de bicicletas, organiza rutas y sus paredes están decoradas con maillots y carteles históricos de pruebas y competiciones. Se asemeja a un taller, abierto de par en par a la calle, pero decorado con un gusto exquisito, más próximo a una galería de arte o a una tienda de ropa vintage de Malasaña. Su carta ofrece opciones saludables (zumos naturales, tostas de aguacate, huevo poché, queso feta... y boles de yogur con cereales y fruta) y alguna tentación para darse un capricho después de quemar grasas.

También en el centro de Palma se ubica Rapha, uno de los Clubhouse que la conocida marca de ropa ciclista ha abierto por el mundo. Cuenta con 22 en más de 13 países. Es un espacio de dos plantas que dispone de tienda y cafetería donde se pueden ojear libros de ciclismo y ver vídeos de pruebas y competiciones. Cada semana organiza rutas y eventos como exposiciones, talleres y mesas redondas. También proyecta en directo las grandes rondas internacionales: Giro, Tour y Vuelta. Dan una gran importancia al café, al que acompañan con tentempiés y comidas ligeras.

Justo enfrente, en la misma plaza, abrió recientemente Café du Cycliste. La marca francesa, que dispone de tiendas en Niza y Londres, entendió que era práctico ubicarse junto a la competencia. En la misma línea, ofrece productos exclusivos que no están al alcance de todos los bolsillos.

Mucho más accesibles resultan La Terraza de Ca'n Valero, regentado por holandeses a la afueras de Palma, y Cycling Planet, un local de Alaró que es parada obligatoria para los que ruedan por el centro de la isla. Se podría decir que es un taller mecánico, pero también una tienda que alquila bicis, organiza rutas y actividades ciclistas y que, además, dispone de una excelente cafetería. Uno de los fundadores es David Muntaner, campeón mundial de ciclismo en pista en 2014 y subcampeón en 2013. Sus paredes están decoradas con firmas de ciclistas profesionales que se han dejado caer por allí y de campeones del mundo. Pero lo mejor es su terraza, donde se reúnen grupos enteros para disfrutar de un pamboli —pan con aceite y tomate— de leyenda: un ‘Miguel Induráin’ de jamón, ‘Eddy Merck’ de fuet, ‘Joan Llaneras’ de sobrasada o ‘Marga Fullana’ de aguacate, mientras visualizan los kilómetros que aún están por venir.