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Turismo & Gastronomía: Vidas paralelas

La frontera entre ambos es cada vez más estrecha. La cocina como arma letal del desarrollo turístico es irreversible

Turismo & Gastronomía: Vidas paralelas
Turismo & Gastronomía: Vidas paralelaslarazon

La frontera entre ambos es cada vez más estrecha. La cocina como arma letal del desarrollo turístico es irreversible

La frontera entre el turismo y la gastronomía es cada vez mas estrecha. Con la llegada del nuevo año se celebran Fitur y Madrid Fusión. Un transfondo de eventos, con amplios vuelos, que unen al turismo y a la gastronomía. Las cocinas de vanguardia y regional alcanzan un alto significado al protagonizar la oferta global del paisaje turístico.

La alta gastronomía como cabeza de cartel turístico de nuestra Comunitat. Tendencia dentro y fuera que deja constancia de su condición desde que los cocineros de vanguardia son seguidos, por miles de turistas, como profetas gastronómicos. Olvidemos pues las ofertas culinarias pretéritas que despertaban dermatitis gustativa entre los turistas. A estas alturas del partido, la didáctica turística tiene claro que la gastronomía es vital.

Una nueva generación de profesionales trata de reivindicar el papel de la gastronomía valenciana en el turismo al corregir, aunque incipientemente, los efectos regresivos de décadas anteriores.

Es imprescindible reconstruir la equidad cualitativa hostelera y es necesario hacerlo con la mayor eficacia posible.

Hosteleros y cocineros de vanguardia figuran en una sesgada relación que en un alarde de encono, pretenden llevar el turismo gastronómico hasta su apoteosis. Y lo conseguirán. Responden con la seguridad de los elegidos.

Conocedores de la tendencia colectiva al pendulazo, modas pasajeras, buscan entre los turistas gourmets a sus simpatizantes. Sin entrar en detalles, la oferta gastronómica constituye un contrapoder legítimo, que puede llegar a dar un vuelco al turismo regional.

Pero ese privilegio no debe ser malversado por la falta de profesionalidad de otros. El turismo gastronómico debe estar por encima de amnesias culinarias y mezquindades gustativas, lo tenemos todo para que los turistas se marchen perennemente satisfechos. No es un cóctel difícil, pero no todos saben combinarlo siempre.

Se acentúan las posturas, se difuminan los matices para dar un mensaje, lo más claro posible, el arrumbamiento de la gastronomía como arma letal del desarrollo turístico es irreversible, pero debe hacerse sin fórmulas milagrosas e irrealizables. Frente a un turismo de sol y playa plenamente amortizado, tras la desconexión veraniega, la gastronomía actúa como atractivo intemporal entre los turistas.

Aunque es esencial una aceleración de los plazos para equipararnos a otras comunidades y culminar este proceso. No solo es cuestión de restaurantes de vanguardia o sensibilidades particulares. Se trata de dar un salto cuantitativo una vez roto el principio de irreversibilidad cualitativa. De hecho existen modelos cercanos en que mirarnos que funcionan con gran éxito.

Para cerrar el círculo, el panorama reclama cambios efectivos. Es preciso que algo cambie para que todo siga igual: la frase sirve para cualquiera de los descosidos y rotos culinarios que no terminan por ser remendados en determinada hostelería popular.

Hay que incrementar las exigencias y hacer pasar por un filtro realista que permita sobrevivir al turista sin hacerse el «harakiri gustativo» ni sonrojar a la mayoría de los otros hosteleros.

La diversidad gastronómica y la cocina de vanguardia representan los mayores atractivos. El valor añadido de nuestra cocina es un hecho diferenciador frente a otros destinos.

No cabe duda de que los turistas saben valorar nuestra gastronomía, como tampoco nos cabe duda de que la Comunitat Valenciana ya es una referencia exitosa, sin límites para crecer.

El avance cualitativo del turismo gastronómico debe amortiguar la desigual oferta del binomio sol y playa. Lo que el turismo y la gastronomía han unido que no lo separe...

Siempre conviene acertar en las palabras, pero más al elegir un lema. Ahora más que nunca. Gastronomía & Turismo: senderos de gloria, vidas paralelas.