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Abramóvich se separa de Dasha Zhukova

Así lo confirma un comunicado enviado ayer por la pareja. Será el tercer divorcio del millonario ruso, que se casó en 2007 con la modelo y filántropa, con la que tiene dos hijos

Abramóvich se separa de Dasha Zhukova
Abramóvich se separa de Dasha Zhukovalarazon

Así lo confirma un comunicado enviado ayer por la pareja. Será el tercer divorcio del millonario ruso, que se casó en 2007 con la modelo y filántropa, con la que tiene dos hijos

El dinero no da la felicidad. O al menos no asegura el amor. Que se lo digan si no a Román Abramóvich, el hombre que actualmente ocupa el puesto número 139 de la lista de millonarios de «Forbes». El magnate ruso, de 50 años, propietario del club inglés Chelsea, y la que hasta ahora había sido su pareja, Dasha Zhukova, de 36, se separan. Los rumores de crisis sonaron con fuerza por primera vez en 2009, un año después de su matrimonio. Pero no fue hasta ayer cuando, tras 10 años de relación, publicaron un comunicado conjunto donde confirmaban que habían tomado la «difícil decisión» de poner fin a su relación. Eso sí, recalcan que seguirán siendo amigos y que criarán juntos a sus dos hijos: Aarón, de 7 años, y Lea, de 4. Asimismo, prometen continuar cooperando en los proyectos que pergeñaron y desarrollaron juntos.

El magnate petrolífero ruso se ha divorciado ya en dos ocasiones. De su segunda mujer, Irina Maladina, con la que tiene cinco hijos, se separó en 2007 en un proceso por el que acabó pagando buena parte de su fortuna, siendo el divorcio más caro de la historia. Al parecer, quien fuera su mujer durante 15 años recibió algo más de 8.000 millones de euros. Poco después de que tomaran diferentes caminos, él se dejó ver muy bien acompañado por una discreta y desconocida joven que no era otra que Dasha, modelo rusa e hija de un próspero empresario amigo de Abramóvich. Educada en Estados Unidos, posteriormente se trasladó a Londres, donde creó su propia línea de moda, Kova & T., aunque su auténtica pasión era el arte. Por eso abrió en 2007 una suntuosa galería en Moscú, «El garage», a cuya inauguración acudieron destacados miembros de la jet set internacional. Como no podía ser de otra forma, el primero en apoyar esta nueva aventura laboral fue su riquísimo amado. Abramóvich regaló a su entonces novia las dos obras más cotizadas de Lucian Freud y Francis Bacon, que le supusieron un desembolso de 76,5 millones de euros.

Por su parte, él se interesó por la política. En 2011 optó a gobernador del parlamento regional de la provincia de Chukotka, una región abandonada en el norte de Rusia donde la gente moría de hambre y de frío. Ganó con más del 90 por ciento de los votos. Desde entonces ha donado cientos de millones a la zona. Con los comicios su patrimonio salió a la luz. La revista «Forbes» calcula que su fortuna supera los 11.000 millones de dólares. Sin embargo, otros medios que hablan de más de 20.000 millones repartidos en 22 cuentas bancarias. Además, posee un total de 16 viviendas en todo el mundo. En Londres, donde tiene siete pisos de lujo, se compró una mansión por 115 millones de euros que en 2013 reformó por 12 millones, convirtiéndola en la quinta más cara de la capital británica. Por otra parte, entre su flotilla de yates privados destaca el «Eclipse», el más lujoso y grande del mundo: tiene 170 metros de eslora y seis mil metros cuadrados de superficie habitable. Cuenta con helipuerto y hangar con apertura al mar, además de 11 suites entre las cuales el dormitorio principal mide 80 metros cuadrados.

El multimillonario ruso ha participado en todo tipo de negocios: el de los neumáticos, el del caucho, granjas de cerdos, guardaespaldas, fabricación de muñecas e incluso patos de goma. Pero su mina de oro empezó al asociarse con el empresario ruso Boris Berezovsky, que falleció bajo extrañas condiciones. Ambos consiguieron que el gobierno de su país, entonces presidido por Borís Yeltsin, les vendiera la empresa petrolera Sibneft, con la que multiplicaron su fortuna. Así, Abramóvich se animó a apostar también por Aeroflot, el sector de aluminio y hasta en pequeñas acciones de canales rusos de TV. Pero si algo caracteriza al magnate, llamado el «multimillonario silencioso», es su afán por defender su intimidad. De hecho, nadie lo conocía en Inglaterra hasta que en 2003 compró el club Chelsea, de la Liga Premier inglesa, por más de 230 millones de dólares. Según la cadena BBC, un periódico ofreció entonces una jugosa recompensa para el primero que lograra fotografiarlo. De ascendencia judía, nació en la ciudad de Saratov, en el sur de Rusia. Su madre murió cuando él todavía no había cumplido los 2 años y su padre poco después en un accidente laboral como obrero, por lo que fue criado por su tío.

OLGA YUREVNA LYSOVA. Se casaron en 1987, cuando él todavía era estudiante, y estuvieron juntos hasta 1990, cuando dejó a Yurevna por su segunda mujer, Irina Malandina

IRINA MALANDINA: Es la madre de sus cinco hijos mayores. Su divorcio en 2007, después de que se supiera que Abramóvich salía con Zhukova, le costó al ruso miles de millones